Julieta Fierro y la dislexia en México: un abandono sanitario y educativo persistente
La reciente muerte de la astrónoma y divulgadora Julieta Fierro, quien convivió toda su vida con dislexia, vuelve a poner sobre la mesa un hecho doloroso: millones de mexicanos con este trastorno carecen de diagnóstico y apoyo profesional.
Su historia, marcada por la resiliencia, demuestra cómo la pasión por la ciencia puede superar obstáculos personales. Pero también revela las carencias del sistema sanitario y educativo mexicano, que deja a la mayoría de las personas con dislexia sin atención adecuada.
| La dislexia en México: un problema invisibilizado
Entre el 3% y 10% de la población mexicana convive con dislexia. La OMS estima que cerca del 10% de la población mundial padece este trastorno, considerado un problema de salud pública.
Este trastorno neurobiológico afecta la lectura, escritura y comprensión del lenguaje, y puede derivar en estrés, ansiedad y baja autoestima, especialmente cuando no se recibe apoyo profesional.
Según especialistas del IMSS y la UNAM, la dislexia no tiene relación con la inteligencia; es un trastorno del aprendizaje con origen hereditario que impacta el rendimiento académico y laboral.

| Julieta Fierro: del desafío a la inspiración
Desde niña, Julieta Fierro enfrentó dificultades para leer y escribir, aprendiendo a leer hasta los 11 o 12 años debido a la combinación de dislexia y educación bilingüe.
Encontró en las matemáticas su refugio y “medicina”, obteniendo calificaciones sobresalientes y construyendo confianza que le permitió avanzar académicamente. El ambiente familiar, rodeado de libros de ciencia, también fortaleció su curiosidad.
Se especializó en materia interestelar y Sistema Solar, fue investigadora titular del Instituto de Astronomía y profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Su labor de divulgación la hizo reconocida internacionalmente, con premios como el Kalinga de la UNESCO.
Su historia es un ejemplo de cómo la resiliencia puede transformar limitaciones en oportunidades, pero también recuerda que no todos tienen la misma suerte que ella.
| Abandono sanitario y educativo: una deuda pendiente
Especialistas de la UNAM advierten que el país carece de:
- Diagnóstico temprano y oportuno
- Programas educativos adaptados
- Capacitación docente suficiente
Esto provoca que muchos niños y adultos con dislexia permanezcan invisibles, enfrentando baja autoestima, frustración y deserción escolar, sin acceso a tratamiento especializado.
El Día Internacional de la Dislexia, cada 8 de octubre, busca generar consciencia sobre la urgencia de protocolos de detección y estrategias educativas inclusivas. La historia de Julieta Fierro visibiliza la necesidad de cambios profundos en los sistemas sanitario y educativo.
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