Pedro Infante: Los datos curiosos que no sabías del ídolo del Cine de Oro

Ciudad de México, 14 abr. (AMEXI).- Pedro Infante es uno de los ídolos más grandes de la Época del Cine de Oro mexicano y uno de los cantantes latinoamericanos más reconocidos en el ámbito internacional.

A pesar de que han pasado 67 años desde que falleció en Mérida, Yucatán, por un accidente de avión, a los 39 años de edad, su legado en la pantalla grande y en la música permanece vivo en el corazón del público.

Aunque se ha hablado de su vida personal y profesional, aún hay algunos datos curiosos que muchos desconocen sobre el actor y cantante.

Pedro Infante Cruz, nombre completo del actor, nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa. Su primer papel en el cine fue como extra en la película «En un burro tres baturros» (1939), y participó en otros filmes con personajes secundarios, entre los que destacan «El organillero», «Puedes irte de mí» y «La feria de las flores».

Su oficio en Sinaloa

Sus padres fueron Delfino Infante García y Refugio Cruz Aranda, quienes además del histrión tuvieron otros 14 hijos.

Para ayudar a su familia tuvo que trabajar desde pequeño por lo que aprendió diversos oficios como la carpintería y la peluquería.

Cuando era un niño, su familia se mudó a Sinaloa, donde su padre Delfino Infante García, quien era carpintero y músico de profesión, le enseñó la carpintería.

El artista mostró sus habilidades en este oficio en la película “Nosotros los pobres” (1952), donde interpretó al inolvidable “Pepe el Toro”.

Su talento para los instrumentos musicales

Además de la carpintería, su papá también le enseñó a tocar la guitarra, el piano, el violín y la batería cuando era un niño.

Al paso del tiempo, ganó fama en Guamúchil cantando en la banda La Rabia, que era de su padre. Desde entonces, se convirtió en una gran promesa del regional mexicano.

Su carrera cinematográfica

Aunque siempre estuvo interesado en ser cantante, en su paso por la industria del entretenimiento triunfó como actor.

Debutó en el cine como extra en la película “En un burro tres baturros” (1939). Uno de sus primeros papeles principales fue en “La feria de las flores” (1942) y a partir de ahí se convirtió en uno de los actores más solicitados para los proyectos cinematográficos de la época.

Se estima que durante 14 años actuó en al menos 60 películas, incluidos sus éxitos “Los Hijos de María Morales”, “La Vida no Vale Nada”, “Nosotros los Pobres” y “A toda Máquina”, convirtiéndose el actor más aclamado del Cine de Oro.

Premios 

Aunque fue uno de los actores más destacados de la época dorada de cine mexicano, Infante Cruz sólo fue reconocido con un Ariel por su papel en «La vida no vale nada» (1954) y con un Oso de Plata póstumo en el Festival Internacional de Cine de Berlín por su papel en «Tizoc».

Infante murió antes de que se celebrara el festival y “Tizoc” fue su última película que estrenó, mientras que “Escuela de Rateros” fue la última que grabó antes del accidente aéreo que le costó la vida, pero no alcanzó a estrenarla.dro

Su paso por la música

A la par de su carrera como actor, Pedro Infante desarrolló su sueño de ser cantante, al escribir y grabar más de 366 canciones, entre las que destacan, según Billboard, “Cien años”, “No volveré”, “Deja que salga la Luna”, “La Calandria” y “En tu Día”.

Así como «Amorcito corazón», «Qué te ha dado esa mujer» y “Bésame mucho”; ésta última fue la única canción que grabó en inglés.

El artista interpretó muchas de sus canciones en sus películas como “Amorcito Corazón” en “A toda Máquina” y “Coplas” en “Dos Tipos de Cuidado”, donde actuó y cantó con Jorge Negrete.P

Un talentoso boxeador 

A lo largo de su vida el histrión demostró muchos talentos y en el deporte también tuvo un papel destacado.

Fue boxeador profesional y sus habilidades las aprovechó en la película “Nosotros los Pobres”, donde interpretó al carpintero y boxeador “Pepe el Toro”.

Su familia

Fue el tercer hijo de Delfino Infante García y María del Refugio Cruz Aranda. Tuvo otros 14 hermanos y de acuerdo a Walk of Fame, de los 15 hermanos que eran, seis de ellos murieron cuando eran pequeños.

Cuando Infante creció, tuvo a su primera hija Guadalupe Infante con su novia Guadalupe López. Posteriormente tuvo a Graciela Margarita, Pedro y Guadalupe Torrentera e Irma Infante; además adoptó a Dora Luisa, que era su sobrina.

Sus múltiples apodos

Aunque se dio a conocer en el ámbito nacional e internacional como Pedro Infante, el actor recibió varios apodos que describían su talento.

Entre sus sobrenombres más conocidos están “El Ídolo de Guamúchil”, “El Inmortal Pedro Infante”, “El Rey de las Rancheras” y “El Ídolo Inmortal”.

Su carácter y sencillez

A pesar de que fue uno de las celebridades más queridas, y de las mejor pagadas en su tiempo, el artista mantuvo una vida sencilla y humilde, reuniéndose con sus amigos de toda la vida para cortarles el cabello, hacía ejercicio para mantenerse sano y nunca dejó de practicar la carpintería.

En lugar de gastar su dinero en lujos, el actor destinaba gran parte de sus ingresos para ayudar a las personas con dificultades financieras o de trabajo.

Su pasión por los aviones

Así como amaba la música, la carpintería y la actuación, también sentía pasión por la aviación, incluso se hizo piloto aéreo como parte de sus pasatiempos.

Esta afición lo llevó a sufrir varios accidentes, uno en Guasave, Sinaloa al intentar despegar de una pista improvisada.

Un desplome en Zitácuaro, Michoacán, le provocó daños en el cráneo y le tuvieron que poner una placa de platino y el accidente en Yucatán, que le costó la vida a los 39 años.

El accidente de avión

El 15 de abril de 1957, en Mérida Yucatán, el actor piloteaba un C-87 Liberator Express que sirvió en la Segunda Guerra Mundial.

El Capitán Cruz, como fue conocido en el mundo de la aviación, iba acompañado del capitán Víctor M. Vidal y el mecánico Marciano Bautista cuando el avión se desplomó y murieron instantáneamente.

De acuerdo con las investigaciones, el avión cayó de picada por una pérdida de control y “un error de maniobra consistente en ejecutar dos virajes” mientras se dirigía a la Ciudad de México.

Pedro Infante dejó un legado aún vigente y difícil de reemplazar, tanto en el cine como en la música regional mexicana.