Culiacán, Sin., 17 oct. (AMEXI).- Bloqueos carreteros, secuestros, fuga de presos, autos en llamas y asesinatos es el pan de cada día en esta ciudad, al igual que hace cinco años cuando se registró el Culiacanazo, también conocido como Jueves Negro en la capital sinaloense.
La violencia del 17 de octubre del 2019 se originó tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán, sin embargo, fue liberado por órdenes del expresidente Andrés Manuel López Obrador bajo la premisa de no poner en riesgo a la población y salvar vidas.
El escenario cinco años después no es muy diferente, dado que desde hace más de un mes la violencia no ha cesado en el estado por la disputa entre Mayos y Chapitos por el control del Cártel de Sinaloa, pese a la llegada de más de 500 elementos del Ejército y la Guardia Nacional.
Tan solo este jueves, se presentaron más enfrentamientos entre los grupos criminales y con el Ejército en la zona norte de la capital, en los que seis civiles fueron abatidos; además, hubo un bloqueo en la maxipista Culiacán-Mazatlán con trailers y vehículos atravesados, y un grupo armado sacó a la fuerza a un joven de 21 años de su domicilio en Valles del Sur.
Reaparece Ovidio Guzmán y desaparece Joaquín Guzmán López
Los registros de la Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) confirmaron que Ovidio Guzmán reingresó al Centro Correccional Metropolitano de Chicago, donde tendrá una audiencia el lunes 21 de octubre, tras desconocerse su paradero desde el 23 de julio, dos días antes de la captura del Mayo Zambada.
Por el contrario, su hermano, Joaquín Guzmán López ya no aparece bajo la custodia del BOP desde el pasado 16 de octubre, lo cual no significa que haya quedado en libertad, sino que fue trasladado a otro penal o una casa de seguridad, hasta el momento, se conoce su paradero actual.







