En medio de un intenso dispositivo de seguridad e ignorando a todos los manifestantes a las afueras del Hospital Materno Infantil de Coatzacoalcos, este domingo, la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García arribaron al municipio de Coatzacoalcos, Veracruz.
El personal de la Guardia Nacional y Presidencial bloquearon a los manifestantes petroleros y contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex), y pescadores, quienes pretendían solicitar el apoyo de la presidenta.
Los manifestantes solicitan a la presidenta que se agilicen los pagos de adeudos que la paraestatal mantiene con empresarios y trabajadores de Pemex, desde el sexenio pasado.
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¿El trato a los manifestantes fue clasista?
De manera clasista e incluso elitista, los agentes de seguridad impidieron cualquier acceso o acercamiento de personas con ropa de Pemex o aspecto de pescador al inmueble.
La presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, acudieron a ese lugar para inaugurar el Hospital Materno Infantil en Coatzacoalcos.
Esta edifico lo blindaron con elementos y vallas metálicas, incluso, se cambió la ruta, para evitar el contacto visual con las unidades y el bloque de manifestantes, quienes con pancartas y gritos exigían atención y el pago de su trabajo.
Sin embargo, quienes sí tuvieron acceso libre fueron adultos mayores, funcionarios y personas que llegaron a bordo de camiones urbanos, y caminando, para asistir a aplaudir y vitorear a la presidenta de México y a la gobernadora de Veracruz.
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Los manifestantes mantienen un platón desde hace dos meses
Cabe mencionar, que los manifestantes mantienen un plantón, desde hace más de dos meses, frente a la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán en espera de los pagos de sus servicios y contratos incumplidos por Pemex, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Mientras que los contratistas sostienen, que al mantener adeudos con el SAT, la dependencia les congeló las cuentas e incluso hasta el IMSS les quitó el servicio médico.
Según datos de los propios inconformes, más del 70% de los trabajadores contratados por estas compañías ya los despidieron por la falta de liquidez.
