Baja California está preparado para recibir a nuestros paisanos que sean deportados por el Gobierno de Donald Trump, quien canceló el programa CBP One, mediante el cual los migrantes conseguían una cita para tramitar su asilo político en los Estados Unidos, aseveró la gobernadora de la entidad, Marina del Pilar Ávila Olmedo.
En declaraciones a la prensa, la mandataria estatal declaró que trabajará de manera coordinada con el Gobierno federal y los municipios fronterizos del estado, a fin de brindarles el apoyo que necesiten, así como a los indocumentados que queden varados en la ciudad de Tijuana.
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Ávila Olmedo, dio a conocer esta estrategia de su administración en un contexto de incertidumbre para miles de migrantes que utilizaban CBP One como herramienta para solicitar asilo político en Estados Unidos, y que ahora enfrentan la posibilidad de ser deportados o permanecer sin opciones claras en la frontera.
Además, agregó, se evalúan una serie de medidas para garantizar que quienes lleguen a la entidad tengan acceso a refugios temporales, alimentos y servicios básicos.“
Aclara migrantes que aceptaron trasladarse a un albergue para protegerse del frío
Sobre el particular, y a menos de 24 horas de que la administración del presidente Donald Trump cancelara el programa CBP One, decenas de familias migrantes encontraron refugio temporal en el albergue federal “Carmen Serdán” de Tijuana.
El pasado lunes, cientos de migrantes vieron canceladas sus citas para solicitar asilo político en Estados Unidos, situación que los dejó en incertidumbre y sin un lugar seguro donde resguardarse, por lo que accedieron que las autoridades tijuanenses los trasladaran hacia ese albergue.
De esta forma, aclararon que no fueron desalojados de las calles, donde aguardaban con cita en mano cruzar a los Estados Unidos, sin embrago y debido al frío extremo que afecta la región, cerca de 80 personas, decidieron ir al albergue federal, donde recibieron alimentos y un espacio para pasar la noche.
Estas familias, originarias de Sudamérica, Centroamérica y el Caribe, enfrentan ahora una difícil decisión: regresar a sus países de origen o permanecer en Tijuana con la esperanza de encontrar una nueva oportunidad para cruzar hacia Estados Unidos.
Muchos de ellos llegaron a esta ciudad fronteriza tras meses de espera, algunos por vía terrestre y otros en avión, con la intención de acceder al cruce peatonal oeste y presentar su solicitud de asilo.
Decenas de migrantes están en la disyuntiva de regresar a casa o esperar un nueva oportunidad para cruzar hacia EU
Sin embargo, el abrupto cierre del programa CBP One, anunciado en las primeras horas de la nueva administración Trump, dejó a cerca de 400 migrantes sin la posibilidad inmediata de cumplir el llamado “sueño americano”. Este programa les permitía agendar citas para solicitar asilo, siendo una herramienta clave en su proceso migratorio.
Organismos de derechos humanos han expresado su preocupación ante la cancelación del programa y el impacto que tendrá en la población migrante, particularmente en familias con menores de edad.
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Mientras tanto, las autoridades locales y federales continúan trabajando para brindar apoyo humanitario a los afectados en Tijuana, uno de los principales puntos de tránsito migratorio en la frontera norte de México.
La situación refleja nuevamente los desafíos de la crisis migratoria en esta región, que se intensifica ante las políticas restrictivas de Estados Unidos y las condiciones de vulnerabilidad en las que llegan los migrantes.