Tras la recuperación de los cuerpos sin vida de dos jóvenes jaliscienses, quienes fueron reclutados por el crimen organizado para ser capacitados como sicarios del Cártel de Sinaloa, el fiscal general de Jalisco, Salvador González de los Santos, denunció la existencia de varios campos de entrenamiento en Zacatecas y Nayarit.
Paul Alexander y Carlos Alejandro, ambos de 16 años, murieron durante un enfrentamiento entre grupos criminales en la ciudad de Culiacán, abundó el fiscal jalisciense, quien expresó su preocupación por la captación de menores de edad por parte de grupos delincuenciales dedicados a reclutar personas desde aquella entidad federativa del norte del país.
Los dos menores contaban con una ficha de búsqueda, ya que a Carlos Alejandro se le vio por última vez en la colonia Constitución, perteneciente al municipio de Zapopan el pasado 10 de mayo; mientras que Paul Alexander desapareció el 20 de mayo en la colonia Huerta Vieja, en Ixtlahuacán de los Membrillos.
Ambos cuerpos los localizaron las fuerzas de seguridad al interior de una camioneta Toyota Highlander con impactos de armas de fuego, en el poblado El Pozo, perteneciente a la sindicatura de Imala, al norte de Culiacán, donde el pasado 14 de julio se reportó un fuerte enfrentamiento armado en el que también ultimaron a otras dos personas.
Asimismo, indicó que en el caso de Paul y Carlos, los grupos criminales los llevaron de Jalisco a Zacatecas para que iniciaran el entrenamiento, después los trasladaron a Nayarit y finalmente a Sinaloa para que se enfrentaran con los grupos adversos; sin embargo, el fiscal no informó si se trataba de la facción de Los Chapitos o de la Mayiza.
Se espera que la FGR intervenga en los casos de desaparición de jóvenes en Jalisco
Por otro lado, González de los Santos adelantó que la Fiscalía del Estado buscará el apoyo de la Fiscalía General de la República para su intervención en los casos de desaparición de personas, principalmente porque hay menores de edad involucrados.
En este sentido, detalló que a los jóvenes que ingresan a las filas del crimen organizado los contactan por medio de redes sociales o inclusive por invitación de amistades o familiares, aunque no todos los que se incorporan a las asociaciones delictivas lo hicieron de manera voluntaria.
Ya que, de acuerdo a los testimonios de los jóvenes que lograron escapar de las células delictivas, lograron identificar entre tres y cuatro menores de edad con reporte de desaparición en Jalisco que actualmente se encuentran recluidos en Sinaloa, sin que se tenga información precisa de su paradero.