Reconocido como uno de los principales impulsores de la rehabilitación integral de internos penitenciarios, Francisco Javier Brito Herrera, director del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida, Yucatán, falleció este domingo 27 de abril debido a un infarto.
El gobierno del estado informó de la muerte del titular del principal penal del estado a los 75 años de edad, ocurrido por la madrugada en su domicilio.
Su labor fue distinguida con el reconocimiento mundial «Nelson Mandela», galardón que premia a quienes impulsan sistemas penitenciarios humanitarios y respetuosos de la dignidad de las personas privadas de su libertad.
Brito Herrera dedicó más de tres décadas de su vida al fortalecimiento del sistema penitenciario del estado y durante ese tiempo no hay registro de motín o disturbios de internos.

Además de instalar talleres de maquila para generar sustento a los internos, también promovió el deporte con justas olímpicas y mundialitos de fútbol.
También abrió las puertas del penal a talleres de alfabetización, de artes gráficas y pintura, así como escenificaciones de musicales y obras teatrales.
De manera reciente, la Arquidiócesis de Yucatán acudió al penal para conmemorar actividades relacionadas con la Semana Santa, en las que los internos participaron tanto en la ceremonia del lavado de los pies como en la representación del Viacrucis, como parte de las actividades de reinserción social.
Brito Herrera ingresó a la administración penitenciaria por invitación del entonces gobernador Víctor Manuel Cervera Pacheco, donde aplicó un enfoque integral hacia la reinserción social, de acuerdo con el gobierno del estado.
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