Segunda y última parte
Zamora, Mich., 29 ago. (AMEXI).- Contrariamente a lo que se piensa son los propios padres de familia los que contribuyen a la explotación laboral de sus hijos, debido a las necesidades económicas del núcleo familiar.
Lo anterior, debido a que los gastos se reparten entre todos, es decir, esposa, hijos y el hombre de la casa, por lo que permitir que los menores se alquilen, ya sea en las ciudades o en los campos agrícolas ayuda a la sobrevivencia familiar.
De acuerdo a investigaciones socioeconómicas el trabajo infantil se registra más entre la población indígena que entre la mestiza. Así, 86% de los menores indígenas de seis años o más se incorporan al trabajo, mientras que en el caso de los menores mestizos sólo lo hace el 76%.
Son los propios jefes de familia los que obligan a sus hijos a contratarse como jornaleros
El encargado del programa Jornaleros Agrícolas de la Sedesol, Favio Galeana y Jaime Barba delegado de la Secretaría de Trabajo (STPS), coincidieron en que el trabajo infantil es común en ese tipo de campamentos agrícolas, en donde lo más lamentable son las condiciones precarias en las que subsiste esa población.
Pero lo más preocupante es que sean los propios padres quienes contribuyen a la explotación de los niños jornaleros y en este sentido, los funcionarios federales destacaron que son los jefes de familia, quienes obligan a los menores a contratarse como jornaleros.
Con ello el sostenimiento de la familia se reparte entre hijos y padres, pues suman entre varios los salarios que van de los 70 a los cien pesos.
La Constitución prohíbe el empleo de menores de 14 años
Sin embargo, generalmente los menores entregan a sus padres todo el dinero que ganan y a ellos sólo se les regresan entre cinco y diez pesos para la compra de algunas golosinas.
Al margen de la ley pese a que la Carta Magna prohíbe el empleo de menores de 14 años, en la entidad son letra muerta esos preceptos plasmados en el 123 constitucional: «II La jornada máxima de trabajo nocturno será de siete horas.
Además, quedan prohibidas: las labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo después de las diez de la noche, de los menores de 16 años; «III.
Los menores trabajadores no deben ser expuestos a labores peligrosas
También, está prohibida la utilización del trabajo de los menores de 14 años. Los mayores de esta edad y menores de 16 tendrán como jornada máxima la de seis horas».
Mientras en la Ley Federal del Trabajo (LFT), en sus artículos 174 y 175, se señala que los mayores de 14 y menores de 16 años deberán obtener un certificado médico, acreditar su aptitud para el trabajo, así como someterse a los exámenes médicos que periódicamente ordene la inspección del trabajo.
También prohíbe el que los menores trabajadores sean expuestos a labores peligrosas o insalubres (inciso E, artículo 175), o a trabajos superiores a sus fuerzas y los que puedan impedir o retardar su desarrollo físico normal (inciso f).
El 90 por ciento de los niños no cuentan con ninguna clase de protección
Pero los grandes productores prefieren contratar a los niños jornaleros, pues ellos generalmente no reclaman sus derechos, como son servicios de salud, día de descanso, educación obligatoria y acceso al esparcimiento y los juegos.
Esto implica que el 90% de los menores no cuenta con ninguna clase de prestación, y son más lamentables las condiciones en que laboran respecto de los niños que desempeñan alguna labor en las grandes ciudades.
Mientras un «cerillo» en la ciudad cuenta con uniforme y sólo trabaja cuatro horas en algún centro comercial, en el campo los menores se exponen a toda clase de peligros, entre los que destacan infecciones e insolación, eso antes de la pandemia, ahora ya no son útiles.
Condiciones de salud de los menores jornaleros son lamentables
Las condiciones de salud de los menores jornaleros son lamentables, ya que por lo general padecen enfermedades respiratorias agudas, gastrointestinales, dermatológicas, intoxicaciones y desnutrición.
Ese tipo de males se originan por el cambio de clima, las malas condiciones en la que son preparados los alimentos y el contacto con algunos agroquímicos.
El gobierno mexicano ha tomado algunas medidas para abordar el problema del trabajo infantil. En 2019, el gobierno federal aprobó una ley que prohíbe que los niños menores de 14 años trabajen.
La ONU considera el trabajo infantil como una violación de sus derechos
La ley también establece una edad mínima de 16 años para trabajar en industrias peligrosas. Sin embargo, estas leyes no siempre se aplican y todavía hay muchos niños en México que trabajan en condiciones riesgosas.
En el ámbito internacional, existen instituciones y organismos que se dedican a combatir el trabajo infantil, como lo es la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que desempeña un papel fundamental en la promoción de los derechos laborales y la erradicación de este tipo de trabajo.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la cual considera el trabajo infantil como una violación de los derechos humanos.
UNICEF defensora incansable de los derechos de los niños
Además, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también ha sido un defensor incansable de los derechos de los niños y ha trabajado en estrecha colaboración con gobiernos y organizaciones para poner fin al trabajo infantil.
Incluso, se menciona que a partir de este año habrá restricciones para las empresas michoacanas que exportan hacia los Estados Unidos frutillas, aguacate o guayaba y que empleen a menores de edad en la producción.
Sin embargo esta cláusula no se aplica, a pesar de que así se estableció en el nuevo acuerdo comercial del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).