La Catedral de Mérida, en Yucatán, considerada la más antigua de tierra firme del continente, está en trabajos de restauración mediante innovadoras técnicas que usan rayo láser y así retirar las pintas realizadas durante las manifestaciones del 8 de marzo de 2023.
De acuerdo con la restauradora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Karla Martínez López, por primera vez se usa esta tecnología para recuperar el estado de bienes inmuebles del patrimonio histórico y cultural afectados por grafitis de aerosol y otros recursos de los manifestantes.
Indicó que mediante luz pulsada de 100 watts es posible retirar del relieve de la construcción los residuos sintéticos del color, lo que constituye una opción más amigable con el usuario, el ambiente y el material de soporte.
Señaló que se trata de utilizar herramientas y métodos menos invasivos en la piedra caliza para sustituir los procesos de limpieza con químicos o fisicoquímicos, los cuales suelen ser poco amigables.
El equipo láser portable, que operan los restauradores especialistas, permitió retirar la mayoría de la pintura en la superficie, mientras que una mínima parte se eliminó con solventes y limpieza mecánica.
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Alcance de los daños y restauración integral
En un comunicado del INAH, Martínez López expuso que las carpinterías y los elementos de metal asociados a estas (chapetones, picaportes, herrajes de bronce, etcétera) también estaban afectados por el grafiti, por lo que fueron igualmente intervenidos.
Las pintas realizadas durante la marcha del 8 de marzo de 2023 -Día Internacional de la Mujer- afectaron las fachadas exteriores Norte, Este y Oeste.
En la fachada Este se intervinieron 40 metros cuadrados y 220 en la Norte, pero en la fase actual, se atiende la cara principal de la Catedral (portada Oeste), con un 50% de avance en los trabajos.
Aunado al retiro de la pintura, la restauradora detalló que el diagnóstico dictaminó que la mampostería de esos muros se encontraba en mal estado de conservación, pues se observó pérdida de juntas constructivas y de aplanados, procesos de disgregación y desprendimientos, así como áreas de humedad concentrada.
Sostuvo que la restauración debe ser integral, por lo que se estabilizaron y consolidaron secciones de piedra, se fijaron zonas de aplanados originales en riesgo de desprendimiento y se recuperaron juntas constructivas del inmueble elaboradas con cal y mampostería.
Con el fin de prolongar su conservación, se colocaron recubrimientos que protegerán al inmueble de los efectos de la intemperie y de daños directos por factores relacionados con las movilizaciones sociales, entre otros.
Contexto histórico de la catedral
La Catedral de San Ildefonso, de estilo renacentista-manierista, fue erigida en el siglo XVI. Su construcción inició en 1562, por lo que es una de las más tempranas de América y la más antigua en el país.
La historia del recinto se remonta a 1542, cuando Francisco de Montejo, «El Mozo«, planeó la ciudad y reservó el espacio para la iglesia principal.
Sin embargo, la construcción formal no comenzó hasta 1562, bajo la dirección del arquitecto Pedro de Aulestia, tras la autorización del Rey Felipe II.
Con una altura de torre de 43.50 metros, la estructura es la segunda más grande del país; su construcción requirió piedra extraída de la antigua ciudad maya de Thó.
La obra fue un esfuerzo colectivo que financió la Corona Española, los colonos y la mano de obra indígena, lo que subraya su rol fundacional en la nueva ciudad colonial.
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