Acapulco, Gro., 24 sep. (AMEXI).- Angustia y pánico en Acapulco causó la entrada del huracán John a las costas de Guerrero y en particular a esta bahía, incluso muchos pobladores abandonaron sus casas por temor a quedar atrapados por las inundaciones causadas por las fuertes lluvias, como les sucedió con Otis, hace 11 meses.
«Pasamos una noche de terror y de angustia, desde que las autoridades avisaron, ahora sí con tiempo la llegada del huracán John, ya que de inmediato nos vino a la mente lo que vivimos con el huracán Otis, hace ya casi un año (en octubre)», comentó para AMEXI, el señor José Briseño, del fraccionamiento Rinconada del Mar en la zona Diamante, dentro de la colonia Colosio.
«Escuchar cómo sopla el viento es aterrador y más cuando ya sabemos que puede pasar después de que se aleje el huracán. Ayer Otis, ahora John y uno se pregunta dónde están las autoridades, ahora quién nos va a ayudar. ¿Si resultan dañadas nuestras pertenencias por las inundaciones, será que nos van a dejar solos otras vez?, preguntó el señor Briseño.
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Noche sin dormir
«Desde la noche de ayer y esta madrugada, todos los vecinos no dormimos por estar alertas a la información de Protección Civil y salir de nuestras casa en el momento que nos dijeran, para salvar la vida y la de nuestros hijos», dijo el habitante de ese fraccionamiento, el cual fue severamente dañado por Otis.
«Miren, vean, le cayó un árbol al techo de la casa de mi vecina y ahora, hay que tomar fotos, llamar a Protección Civil para que supervisen si no se afectó la estructura de la casa y el papeleo burocrático correspondiente para ver si la ayudarán o se harán pen… como cuando el huracán Otis, que no nos ayudaron a pesar de cumplir con todos los requisitos que nos pidieron en el censo oficial».
¿Qué le dirían a sus nietos?
Para la señora Mariam Romo, vecina de la zona Punta Diamante, fue aterradora la noche de ayer: «Me encontraba con mi familia y mis nietecitos, y cuando comenzaron los vientos, mis nietos comenzaron a llorar y a gritar, ‘verdad que no nos vamos a morir abuelita, verdad que ahora si nos van a ayudar’; y mi marido y yo, tratamos de calmarlos».
La señora Romo no aguantó más la presión y el recuerdo de Otis y cuando estaba conversando vía telefónica con AMEXI, estalló en llanto y narró: «Ustedes ¿qué le dirían a sus hijos o nietos pequeños cuando les preguntan si se van a morir? y más cuando varios de los familiares de sus amiguitos murieron o desaparecieron cuando nos golpeo Otis».
«Ojala y esta presidenta Claudia sí nos ayude y no sólo venga a visitar desde un helicóptero o desde la zona naval, como el presidente López Obrador, quien nunca nos dio la cara y no ayudó a mucha gente que comprobó los daños de sus casas o negocios; pero eso sí, a diario decía que a todos los damnificados de Acapulco se les ayudó. Eso fue un vil mentira», enfatizó la señora Romo.
Viene otro ciclón para jueves o viernes
Mientras tanto, las autoridades de Protección Civil anunciaron que en los próximos días (miércoles, jueves y viernes), pegará otro ciclón tropical, al cual está en desarrollo frente a las costas guerrerenses, de acuerdo al pronóstico meteorológico, cuyo reporte advierte que este segundo ciclón representarán un mayor peligro para el Puerto de Acapulco.
Ante esta situación de emergencia ocasionada por el paso del huracán John, la presidente municipal de Acapulco, Abelina López, llamó a la población a tomar en cuenta las recomendaciones de los tres órdenes de Gobierno (municipal, estatal y federal), cuyos representantes realizan trabajos preventivos «para que de alguna manera todo salga bien».
También reportó, caída de árboles, de postes de luz, inundaciones, deslaves y daños en algunas casas y comercios de este destino turístico, golpeado por dos huracanes en menos de un año y con la amenaza de la llegada de otro ciclón tropical para el jueves próximo.
Se abre un socavón
además, vecinos reportaron que se abrió un socavón en la carretera federal Acapulco-Copala, cerca de San José. En lugar ya se encuentra personal de Protección Civil para evitar accidentes en la zona.
