México, 31 mar. (AMEXI).- Hay en todos los colores, tamaños y materiales; los puedes encontrar de plástico, rellenos de dulces o de juguetes; de unicel; de hule espuma y, por supuesto, de chocolate. Se trata de los huevos de Pascua, que durante la Semana Santa o Semana Mayor se esconden para que los niños los busquen o se regalan como símbolos de prosperidad y fertilidad y cuya tradición se remonta a las antiguas culturas paganas.
Sus diseños dejan escapar la imaginación de quienes los elaboran, porque no hay límite. Lo mismo puede ser en forma de abeja, que de muñeca, conejo, flor o bien decorados con «brillantina», lunares, opacos o brillosos.
Actualmente, en nuestro país se comercializan en línea o en el mercado informal desde una pieza hasta por cientos o miles, y los precios van dependiendo su material, tamaño o contenido.
Por ejemplo, en una multinacional de entrega de productos a domicilio se puede adquirir 90 huevos de Pascua rellenos con juguetes surtidos para la “caza de huevos de Pascua” o como recuerdos de fiesta de Pascua, en 499 pesos más envío.
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Cada huevo está relleno de juguetes esponjosos, para la ansiedad, coches, ojos móviles, sello, anillos de Pascua, pelotas saltarinas, conejos y dinosaurios, entre otros.
En el Centro histórico de la Ciudad de México los precios varían, pues una pieza cuesta 10 pesos, pero se pueden obtener más baratos “por mayoreo”, según el material, el “relleno” y el sabor que pida “el cliente”.
¿Qué es la Pascua?
Una vez culminado el llamado Triduo Pascual, esto es, Jueves Santo con la institución de la Eucaristía, Viernes Santo o viernes de Dolores, con la muerte de Jesucristo y el Sábado de Gloria, que anuncia la resurrección de Cristo, la Semana Santa da paso al Domingo de Pascua.
La Pascua o tiempo pascual representa el inicio de la vida. Para los judíos, se trata de una de las festividades más importantes, dado que recuerda la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, así como los 40 años por el desierto en busca de la Tierra prometida.
Y para la iglesia cristiana, es su celebración más importante, pues recuerda la resurrección de Jesucristo al tercer día, tras haber sido crucificado.
Esto es, asegura el padre David Melchor Nieto, de la Iglesia de Santiago Apóstol, en Tlatelolco, alcaldía Cuauhtémoc, “es el paso de Cristo de la vida a la muerte y de la muerte a la vida. Es el paso que Jesús nos invita a dar con confianza, con seguridad, con certeza de que tenemos una vida eterna”.
Al final, explica en entrevista, “la importancia de la Semana Santa es precisamente vivirla en conversión, en oración y en ayuno”.
Y ¿de dónde surgen los huevos de Pascua?
Los huevos de Pascua se remontan a las antiguas culturas paganas y al cristianismo primitivo, que vieron en este objeto el renacimiento de la vida o un símbolo de fertilidad.
También se señala que su origen viene de la antigua Roma y Persia y que los cristianos la “adoptaron” durante la Semana Santa, para incorporarla a la celebración de la Pascua.
En Estados Unidos, Inglaterra y varias naciones de Europa sigue vigente esta celebración, que también ha cobrado fuerza en países latinoamericanos, incluido México, pues recuerda la resurrección como un momento de reflexión y de prosperidad.
Durante este tiempo suele obsequiarse el conejo de Pascua, como símbolo de fertilidad y la renovación de la vida.
Incluso, la Casa Blanca, en Estados Unidos, abre sus puertas en estas fechas para permitir el acceso de la infancia a los grandes jardines para que busquen huevos de Pascua.
Iglesia católica
“Los huevos de Pascua no tienen nada que ver con la Iglesia católica”, según indica el sacerdote Melchor Nieto, quien reconoce que en el país hay “tanto sincretismo y modos de pensar que, al final, terminan siendo un revoltijo”.
“Los huevos de Pascua no tienen nada que ver con la Iglesia católica, ésta tiene sus ritos y su teología bien fundamentada y sólida. Sus referencias y tradiciones, aunque muchas veces son muy someras o superficiales, por eso hay que conocer más para poder discernir”.
Además, tampoco se encuentra alguna referencia de ellos en la Biblia.
