En medio de un panorama económico marcado por la incertidumbre, miles de familias en Estados Unidos aprovechan las ofertas del Black Friday, evento que da inicio a las compras decembrinas y representa una inyección de esperanza para las cadenas minoristas.
Desde las primeras horas del día, centros comerciales como Citadel Outlet en la ciudad de Los Ángeles, California, registraron largas filas de vehículos buscando estacionamiento y de compradores ansiosos por ingresar a las tiendas.
Este emblemático centro de descuentos es solo un reflejo de lo que ocurre a nivel nacional, donde las multitudes llenan pasillos en busca de los mejores precios.
Se prevé que los consumidores gasten 650 dólares en promedio
De acuerdo con una encuesta de la empresa Deloitte, se espera que los consumidores gasten un promedio de 650 dólares entre el Black Friday y el Cyber Monday, un incremento del 15 % en comparación con el año pasado.
Por su parte, la Federación Nacional de Minoristas (NRF) prevé un récord histórico de 183.4 millones de compradores en tiendas físicas y en línea, superando los 182 millones alcanzados en 2023.
Los compradores se han abarrotado en las tiendas porque consideran que las ofertas son demasiado buenas como para dejarlas pasar, mientras que otros lo hacen por tradición o porque les gusta iniciar con las compras navideñas desde ahora.
Los jóvenes, principales compradores en el Black Friday
Durante un recorrido de Amexi por las tiendas de Citadel Outlet se identificaron personas de diferentes grupos de edad, sin embargo, los jóvenes son quienes se impone en las largas filas que tienen los negocios. La National Retail Federation espera que el 89 % de los jóvenes entre 18 y 24 años haga alguna compra durante el fin de semana.
Las largas filas para acceder a las tiendas y las bolsas repletas de ropa son imágenes recurrentes en este día, mientras las familias recorren los pasillos para asegurarse de no perder ninguna oferta.
El Black Friday no solo es un día de compras, también se vive como una tradición cultural. Muchos consumidores participan por la emoción de las ofertas o para adelantar las compras navideñas, mientras que otros lo hacen en familia, pareja o con amigos, convirtiendo la jornada en una experiencia colectiva.
Sin embargo, la afluencia masiva también genera problemas viales, pues el tráfico cerca de los centros comerciales es intenso, lo que atrasa la llegada y salida de los compradores.
Además, los restaurantes cercanos lucen abarrotados, con familias que toman un descanso para disfrutar una comida tras una jornada de compras exhaustiva.
A medida que avanza este emblemático día, el Black Friday continúa consolidándose como una de las fechas más importantes para la economía estadounidense, reflejando tanto el optimismo de los minoristas como la resiliencia de los consumidores frente a las dificultades económicas.
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