En un gesto de gran trascendencia diplomática e histórica, el rey Carlos III y su esposa Camila realizaron una visita oficial al Papa León XIV, en la Ciudad del Vaticano, acto que no tenía paralelo desde la separación de la Iglesia de Inglaterra (o anglicana), ocurrida en 1534.
La audiencia comenzó con una reunión privada en el Palacio Apostólico, durante la cual el pontífice y los reyes abordaron temas como el cuidado del medio ambiente, la pobreza global y el diálogo interreligioso. Además, se dio un intercambio simbólico para subrayar la intención de estrechar vínculos entre la Corona británica y la Santa Sede.
En su calidad de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, el visitante entregó al pontífice la Gran Cruz de la Orden del Baño, fundada en 1725 y cuyo nombre deriva de una ceremonia medieval durante la cual otorgan el reconocimiento de caballero y que incluía un baño, como signo de purificación.
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23 de octubre 2025. AMEXI/Foto: The Royal Family
El monarca, cuyo nombre oficial es Carlos III del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros reinos y territorios, rey, jefe de la Mancomunidad y defensor de la fe, por la gracia de Dios, recibió del Santo Padre la Gran Cruz con Collar de la Orden de Pío IX, la condecoración más alta que entrega la Santa Sede a una persona, para reconocer sus servicios excepcionales; casi siempre se da a jefes de Estado.
León XIV y Carlos III rezan juntos, en la Capilla Sixtina
El momento más destacado se vivió cuando Carlos III y la reina Camila se unieron al líder de la Iglesia Católica en una oración conjunta en la Capilla Sixtina, centrado en el cuidado de la creación. Bajo los frescos de Miguel Ángel y acompañados de coros anglicanos y católicos, ambos líderes rezaron en inglés y latín la oración del mediodía, que incluyó salmos, además de escuchar el Evangelio del día.
Esta celebración ecuménica fue interpretada por expertos como una señal clara de que las diferencias del pasado —hace casi cinco siglos— entre la Iglesia Católica y la Comunidad Anglicana podrían estar acercándose a un punto de inflexión.
A continuación, en la Sala Regia, Carlos III, la reina Camila y León XIV se reunieron con líderes de organizaciones ecológicas y del sector privado que trabajan en la Iniciativa de Mercados Sostenibles, que el monarca fundó cuando era príncipe de Gales para apoyar la sostenibilidad y la naturaleza. Luego el británico se reunió con el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin.
Por la tarde, el rey visitó la Basílica de San Pablo Extramuros, donde recibió el título honorario de Cofrade Real (royal confrater) de la Abadía de San Pablo, vinculada al templo, junto a un sillón con su escudo reservado para él y futuros monarcas británicos.
Momento decisivo para la unidad cristiana y la colaboración
Al ser ese templo una basílica papal en la que se celebra el ecumenismo, la reconciliación y las relaciones entre cristianos, como destacó la Casa Real británica en un comunicado, este gesto refuerza la dimensión simbólica del encuentro y apunta a la profundización de la relación entre ambas instituciones.
In the Papal Basilica and Abbey of St. Paul’s Outside the Walls, The King and Queen have attended an ecumenical service, to mark His Majesty becoming ‘Royal Confrater’ of the Abbey of St. Paul.
The King sat in a specially created seat – given in honour of His Majesty becoming… pic.twitter.com/0w1BximB5x
— The Royal Family (@RoyalFamily) October 23, 2025
La agencia Vatican News detalló que a esta ceremonia asistieron también la moderadora de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, ministra Rosemary Frew; el arcipreste de la Basílica, cardenal James Michael Harvey, así como del arzobispo de York y primado de Inglaterra, Stephen Cottrell, segundo obispo de mayor grado en la Iglesia Anglicana.
La visita culminó con declaraciones emitidas tanto por la Santa Sede como por el Palacio de Buckingham, que calificaron el viaje como “un momento decisivo para la unidad cristiana y para la colaboración ante los retos globales”.
En un mundo marcado por conflictos, cambio climático y desigualdad, tanto la Corona británica como la Iglesia católica mostraron su disposición a trabajar juntos.
Mil 406 millones de católicos y al menos 85 millones de anglicanos, en el mundo
La Casa Real, en su página, destacó también que esta reunión ocurre en el marco del Año Jubilar de 2025, cuyo lema es “Peregrinos de la esperanza” y es un momento especial para la Iglesia Católica que tradicionalmente se celebra cada 25 años.
La reina Isabel II fue la primera monarca británica desde la Reforma en realizar una visita oficial a la Santa Sede, en 1961. Cinco años después comenzó el diálogo formal entre ambas confesiones, “por primera vez desde la Reforma”, cuando el Papa Paulo VI se reunió con el arzobispo de Canterbury, Michael Ramsey, y le regaló el anillo que había usado como cardenal arzobispo de Milán.
En mayo de 2023, el cardenal Parolin asistió a la coronación de Carlos III y Camila como reyes, en la Abadía de Westminster, con lo cual se convirtió en el primer representante papal en acudir a una ceremonia de coronación de un monarca británico en 500 años.
La Iglesia Católica cuenta con aproximadamente mil 406 millones de fieles a nivel mundial (17.8 % de la población mundial), según datos del año 2023, mientras que los fieles que integran la Comunidad Anglicana suman entre 85 y 110 millones de miembros en todo el mundo.
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