Detrás de la imponente figura del Papa, enfundado en su impecable sotana blanca, se esconde una historia de tradición, artesanía y elegancia que pocos conocen: la Sastrería Gammarelli.
Es una pequeña sastrería familiar ubicada a metros del Panteón en Roma es la encargada de vestir, desde hace 230 años, al líder espiritual de más de mil millones de católicos.
¿#SabíasQue los Gammarelli han vestido a todos los papas desde Pío IX hasta el Papa Francisco? Conoce el detalle de su técnica y admira los trajes que forman parte de la exposición #ColeccionesVaticanas, fabricados por esta sastrería especializada en ropa eclesiástica. pic.twitter.com/GhIWveml62
— Colegio de San Ildefonso (@SanIldefonsoMx) August 5, 2018
Un taller modesto con una clientela extraordinaria
Fundada en 1798, la Sartoria Gammarelli es quien está al servicio de los papas desde el pontificado de Pío IX (1846-1878), aunque se sabe que incluso antes ya elaboraban prendas para cardenales y otros miembros del clero romano.
El local, situado en la calle Via Santa Chiara 34, no ostenta vitrinas lujosas ni anuncios llamativos.
De hecho, quienes pasan distraídos podrían ignorar que tras ese escaparate discreto se produce la vestimenta papal.
“Somos una sastrería modesta, pero con un gran honor: vestir al Santo Padre”, suele decir Maximilian Gammarelli, actual encargado del negocio y parte de la sexta generación de la familia.
¿Qué prendas confecciona Gammarelli para el Papa?
Gammarelli elabora la sotana blanca, las mucetas, las fajas, los solideos y también los calzados papales, como los tradicionales zapatos rojos que usaban los pontífices hasta Benedicto XVI.
Para el Papa Francisco, quien optó por un estilo más sobrio, Gammarelli también confeccionó un par de zapatos negros especiales de cuero, sin adornos.
Cada prenda es hecha a mano, con las medidas exactas del Pontífice, usando telas italianas de alta calidad, bordados meticulosos y estándares litúrgicos específicos.
La sotana papal, por ejemplo, incluye 33 botones que simbolizan los años de vida de Jesucristo.
Además de la ropa diaria, Gammarelli es responsable de las vestiduras especiales utilizadas durante ceremonias religiosas, como el alba, el cíngulo, la casulla y el palio.
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El ritual antes de cada cónclave
Una de las escenas más conocidas, aunque discretamente tratadas por el Vaticano, es la preparación de los “trajes del Papa” antes de que un nuevo pontífice sea elegido.
Gammarelli mantiene la tradición de confeccionar tres sotanas papales de diferentes tallas antes de cada cónclave, para que al momento de ser elegido, el nuevo Papa se vista inmediatamente con el atuendo preciso.
Estas sotanas, llamadas popularmente “trajes de la esperanza”, son llevadas al Vaticano en absoluto secreto y guardadas hasta el momento del anuncio Habemus Papam.
El Vaticano ha encargado tres tallas de la sotana que utilizará el próximo papa, con estilo sencillo como la que vistió el papa Francisco.
Nuestra enviada especial, Jenia Nenzen conversó con el encargado de esta tarea, el sastre Raniero Mancinelli, quien cuenta con 60 años de… pic.twitter.com/Ln9HS1MkBS
— Telemetro Reporta (@TReporta) May 6, 2025
Una clientela que va más allá del Papa
Aunque su cliente más ilustre es el Papa, Gammarelli también confecciona ropa para cardenales, obispos, monseñores y sacerdotes de todo el mundo.
Su clientela incluye altos prelados del Vaticano, e incluso miembros de otras religiones que valoran la artesanía tradicional italiana.
Los clientes pueden elegir entre decenas de telas, botones hechos a mano, bordados en hilo de oro y accesorios como mitras, bonetes, estolas y capas pluviales.
También venden ornamentos litúrgicos, anillos episcopales y bastones pastorales.
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Tradición familiar y resistencia al tiempo
La sastrería ha sobrevivido a guerras, cambios papales, y reformas eclesiásticas. Hoy en día sigue funcionando bajo el mismo apellido que la vio nacer.
La familia Gammarelli ha resistido las presiones de la modernidad manteniendo la producción artesanal, sin delegar procesos en maquilas o grandes talleres industriales.
“No queremos crecer más. Queremos seguir haciendo lo que sabemos hacer, con calidad y discreción”, afirma la familia, que considera su oficio no solo una empresa, sino una vocación al servicio de la Iglesia.
Un ícono discreto de Roma
El escaparate de Gammarelli, con sus sotanas blancas, rojas y moradas colgadas con cuidado, es un puntoobligado para peregrinos y curiosos que visitan Roma.
Aunque no sea un sitio turístico oficial, muchos lo consideran un pequeño santuario de la moda litúrgica.
Con más de dos siglos de historia, la Sastrería Gammarelli no sólo viste al Papa: viste la continuidad de una tradición que mezcla fe, elegancia, sobriedad y arte.