La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, junto al nuevo órgano desconcentrado Transparencia para el Pueblo, asumieron formalmente las funciones que desempeñaba el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Este cambio de funciones del INAI se formalizó el viernes, cumpliendo los plazos de la reforma constitucional de diciembre de 2024. Así, el gobierno federal asume el control de las políticas de transparencia y protección de datos en México.
Las ex comisionadas Norma Julieta del Río Venegas, Blanca Lilia Ibarra Cadena, Josefina Román Vergara y el ex comisionado presidente Adrián Alcalá Méndez firmaron las actas de entrega individuales, además de un acta institucional conjunta.
Durante el acto, la secretaria Raquel Buenrostro Sánchez destacó que la transición se realizó de forma ordenada y apegada a derecho. También reconoció el profesionalismo del personal del INAI.
La Secretaría Anticorrupción y #BuenGobierno asume con responsabilidad las funciones de autoridad garante que le son transferidas del #INAI, bajo la premisa de que la transparencia y la protección de datos personales no sólo deben continuar, sino que… pic.twitter.com/slF3xB8RGQ
— Buen Gobierno México 🇲🇽 (@BuenGobierno_mx) May 10, 2025
¿Quién asume las funciones de transparencia y datos personales?
La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno asume ahora las funciones transferidas. El gobierno asegura que, con el cambio de funciones del INAI, la transparencia y protección de datos se fortalecerán con un modelo «más ágil, accesible y justo».
El nuevo órgano, Transparencia para el Pueblo, actuará como autoridad garante en estos ámbitos. Sin embargo, estará bajo control del Ejecutivo federal, a diferencia del antiguo modelo autónomo.
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Riesgos del cierre del INAI
El INAI nació hace 22 años para garantizar el acceso a la información pública y la protección de datos personales. Su desaparición fue impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y aprobada por el Congreso en diciembre de 2024.
Diversas organizaciones advierten que este cambio de funciones del INAI puede debilitar gravemente la transparencia y los contrapesos democráticos. Señalan riesgos como:
Pérdida de autonomía: Transparencia para el Pueblo dependerá del Ejecutivo.
Riesgo de opacidad: Podría restringirse el acceso a información gubernamental.
Fragilidad en protección de datos: Habría menos garantías independientes para la ciudadanía.
Menor rendición de cuentas: Se reduciría la vigilancia sobre el uso de recursos públicos.
El cierre del INAI implica una transformación profunda. En los próximos meses, analistas, organizaciones y ciudadanía vigilarán el desempeño del nuevo esquema.