Por David Fernández Hummel
Ciudad de México, 31 mar. (AMEXI).- Caminar por las calles del Centro Histórico siempre será un deleite para los sentidos de miles de visitantes locales, nacionales y extranjeros, que a su paso van descubriendo aspectos históricos en sus monumentos, personajes extraños y mascotas poco usuales en la vida diaria de las personas.
Como el mismo Anderson, de 25 años de edad, que por una módica propina permite que los transeúntes se tomen una foto con “Hugo”, un imponente cuervo de siete años de edad que tira cualquier teoría o leyenda de que son compañeros de las brujas, porque el pajarraco de plumas negras con tonos azules muestra ternura a los pequeños que se toman la imagen.

El joven, originario de Chihuahua y radicado desde hace cinco años en la Ciudad de México, presume su gran amistad con el animal, y habla de su cuidado desde que era un polluelo casi recién nacido.
El ave viene a tirar ese dicho basado en la ignorancia de que “Cría cuervos y te sacarán los ojos”. Incluso también es una muestra de que estas aves nada tienen que ver con fuerzas oscuras, brujas o demonios; han sido estigmatizados a lo largo del tiempo y en todas partes del mundo, porque “Hugo es más fiel que un gato o un perro, es como un hermano para mí”, indicó el orgulloso dueño.

Mientras deambula por las calles del centro de la capital mexicana con su cuervo al hombro, sorprende a la gente cuando lo alimenta, baña y acicala sin que el espécimen muestre molestia alguna con esos cuidados, lo que alienta a los turistas a solicitar una foto con la mascota, que tiene un costo “de cooperación voluntaria”.
“No cobro nada por exponer a mi amigo Hugo, pero si la gente me deja una propina o monedas, son empleadas en la alimentación y cuidados del cuervo, al que le doy de comer de todo por ser omnívoro; además, parte de lo recaudado se va en el pago a las autoridades para que me dejen estar en la vía pública”, comenta.

Anderson y Hugo respondieron a AMEXI que compiten por la atención del público con individuos ataviados con botargas de personajes de dibujos animados, superhéroes o de películas de ciencia ficción, así como personas vestidas como revolucionarios o pintadas de dorado para simular antigüedad en su aspecto.
“Lo que me gusta es que Hugo es la atracción y parece ser que disfruta la cercanía de la gente, porque luces sus alas y su pico al ser acariciado por chicos y grandes”, resaltó.
El estudiante relató que también posee un búho virginiano y que saca ambos especímenes para que la gente vea que son mascotas amigables y terminar con la estigmatización de que son “aves del mal”.
“Lo triste es que la gente ignorante ha llegado a matar a estas aves por esa falsa creencia de que son demoníacas. Lo mismo que sucede a los gatos negros, que son perseguidos, y tenemos que educar a la población en el respeto a esas especies”, finalizó Anderson.

En estos días de asueto, los capitalinos y turistas mexicanos o extranjeros pueden descubrir, calle a calle, aspectos sorprendentes de la gran Ciudad de México y en especial de su Centro Histórico que a diario abre sus espacios y plazas públicas para recibir a los visitantes en sus museos, tiendas tradicionales y monumentos históricos que al paso van apareciendo.