En México, el 84% de los empleados afirma ser feliz en su trabajo, según empresas de recursos humanos; sin embargo, el país enfrenta una alerta silenciosa, ya que la infelicidad laboral entre los jóvenes aumenta al pasar el primer año en el trabajo, lo cual significa una bomba de tiempo en la salud mental de los empleados del país en el mediano plazo.
Este fenómeno involucra a cerca de 31 millones de personas en el país. De acuerdo con especialistas, la felicidad laboral es fundamental para la salud mental, ya que un ambiente de trabajo positivo y gratificante promueve el bienestar emocional, reduce el estrés y la ansiedad, e incrementa la satisfacción y la resiliencia de los empleados.
Asimismo, un entorno laboral tóxico puede ser un detonante de problemas como la depresión, el agotamiento y otros trastornos mentales.
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Riesgos para la salud mental en el trabajo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los riesgos para la salud mental en el trabajo, también denominados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido o el horario del trabajo, las características específicas del lugar de trabajo o las oportunidades de desarrollo profesional, entre otras cosas. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work
Los riesgos para la salud mental en el trabajo pueden incluir los siguientes:
- Insuficiencia de capacidades o su empleo insuficiente en el trabajo
- Cargas o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal
- Horarios excesivamente prolongados, antisociales o inflexibles
- Falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo
- Condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes
- Cultura institucional que permite los comportamientos negativos
- Apoyo limitado por parte de colegas o supervisión autoritaria
- Violencia, acoso u hostigamiento
- Discriminación y exclusión
- Funciones laborales poco definidas
- Promoción insuficiente o excesiva
- Inseguridad laboral, remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional
- Demandas conflictivas para la conciliación de la vida familiar y laboral
Los especialistas en temas laborales y salud señalan que la empresa es responsable de la salud mental. Así las organizaciones deben priorizar el bienestar de sus empleados, creando entornos de trabajo saludables y felices, que no solo mejoran la salud mental, sino que también impulsan el éxito a largo plazo.
Políticas para fomentar la salud mental
Para ello, es crucial implementar políticas y prácticas que fomenten la salud mental, como el reconocimiento del esfuerzo, el apoyo social, un liderazgo cercano y la conexión entre el trabajo individual y la misión de la empresa.
En México, la Ley Federal del Trabajo establece llevar a cabo evaluaciones de factores psicosociales de riesgo para descubrir padecimientos como depresión, ansiedad y estrés. Para esto se requiere el apoyo de profesionales de la salud y personal de recursos humanos.
Especialistas de la UNAM indican que ciertos comportamientos son indicadores primarios para considerar la canalización: el ausentismo laboral, falta de motivación, bajas en el desempeño e incumplimiento de tareas.
También debe observarse la relación del presunto enfermo con los demás y detectar si tiene conflictos con sus compañeros, irritabilidad, ansiedad, depresión, frustración, distanciamiento, despersonalización, sentimientos de vacío, impotencia e impaciencia, cinismo, apatía, pesimismo, hostilidad, suspicacia e incremento en el consumo de café, tabaco, alcohol o fármacos.
En México los jóvenes presentan mayor grado de infelicidad laboral
La Generación Z (también conocida como Centennials o Zoomers) abarca a las personas nacidas aproximadamente entre 1997 y 2012, lo que, para 2025, significa que tienen entre 13 y 27 años de edad. Se caracteriza por ser nativa digital, pragmática, creativa y preocupada por la crisis ambiental y la salud mental.
De acuerdo con el Estudio Felicidad Organizacional 2025: ¿Por qué invertir en felicidad es invertir en el negocio?, elaborado por Buk México, la brecha generacional es clara: mientras 94% de los Baby Boomers dice ser feliz en su trabajo, solo 79% de la Generación Z lo afirma.
Esta diferencia es la más amplia de la región y se convierte en un riesgo creciente para las organizaciones. El reporte además demuestra que la felicidad organizacional tiene un efecto directo en las finanzas de las empresas.
Así, cada punto adicional en el Net Happiness Score (NHS. Indicador basado en la percepción directa de los colaboradores) reduce en 4% la probabilidad de caer en el 10% de empresas con peor margen de utilidad bruta.
Las compañías ubicadas en el top 10% de felicidad tienen más del doble de probabilidades de autoevaluarse como financieramente sólidas, y aquellas con programas de voluntariado corporativo multiplican por 2.13 su percepción de excelencia financiera.
El reconocimiento es la clave
En el caso de México, las prácticas que más diferencian a los empleados felices de los no felices son el reconocimiento, las iniciativas de bienestar, la comunicación oportuna, una cultura positiva y las oportunidades de desarrollo profesional. Son los verdaderos motores de la satisfacción laboral.
“Medir la felicidad no es un gesto simbólico, es una decisión estratégica. El bienestar de las personas tiene un impacto directo en la rentabilidad y en la percepción de solidez financiera de las compañías”, destacó Andrés Gómez, CEO de Buk México.
Buk reconoció recientemente con la certificación Building Happiness a las organizaciones mexicanas que lograron construir culturas laborales sólidas, donde la felicidad es estrategia de negocio.
En esta primera edición en México participaron más de 100 empresas, de las cuales 21 resultaron finalistas y fueron reconocidas por generar culturas laborales más humanas y sostenibles. Los sectores más representados fueron tecnología, manufactura, agricultura y servicios, lo que confirma que la felicidad trasciende industrias y tamaños.







