El uso de las redes sociales se ha vuelto indispensable para muchas actividades, incluyendo la industria, el trabajo, las ventas, finanzas, etcétera.
Sin embargo, en muchos casos la dependencia a las redes sociales es un problema que puede tener graves consecuencias para la salud mental y la vida social, señalan especialistas.
Es importante reconocer los signos de dependencia y buscar ayuda para establecer límites saludables y fomentar un uso equilibrado de las redes sociales.
La Secretaría de Salud en México, a través de diversas acciones y programas, aborda la dependencia a las redes sociales como un problema de salud pública, especialmente en relación con la salud mental y el uso problemático de internet.
Puede tener consecuencias negativas en la salud mental y física, incluyendo problemas de sueño, ansiedad, depresión, aislamiento social y deterioro de las relaciones interpersonales.
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¿Se reconoce como trastorno mental?
Las autoridades médicas no reconocen aún la dependencia a las redes sociales como un trastorno en algunos manuales diagnósticos. Sin embargo, este fenómeno se manifiesta como un uso problemático y compulsivo de estas plataformas.
Se caracteriza por el uso excesivo, pasar largas horas en redes sociales, descuidando otras actividades importantes. La adicción a las redes se relaciona con dificultad para reducir el tiempo de uso o dejar de usarlas, a pesar de las consecuencias negativas.
Se presenta un aumento de la ansiedad, depresión, estrés, baja autoestima y problemas de sueño. La persona afectada sufre aislamiento social, debido a que da más importancia a las interacciones virtuales sobre las relaciones cara a cara.
Asimismo, ocurren dificultades en el trabajo, la escuela o en otras áreas de la vida. La dependencia de “me gusta”, comentarios y seguidores para sentirse bien, además de sentirse inadecuado al compararse con las vidas idealizadas que se muestran en redes.
¿Cuáles son las consecuencias de la dependencia?
Las consecuencias pueden ser graves y afectar diversas áreas de la vida y esto ocurre como ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas de sueño y estrés. Deterioro de relaciones familiares y amistades, aislamiento social.
Sedentarismo, problemas visuales, dolores de cabeza y fatiga; sentimientos de inadecuación y baja autoimagen. Algunos signos de alarma, además del descuido de responsabilidades, relaciones y actividades importantes, mentir sobre el tiempo de uso.
Síntomas de abstinencia: Irritabilidad, ansiedad o tristeza al intentar reducir o dejar de usar las redes e incapacidad para limitar el tiempo de uso a pesar de la intención de hacerlo.
¿Cómo se aborda el problema en el sector salud?
La Secretaría de Salud, a través de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), trabaja en la prevención y tratamiento de adicciones, incluyendo el uso problemático de internet y redes sociales.
Al respecto se promueven campañas y acciones para fomentar estilos de vida saludables que reduzcan el riesgo de desarrollar adicciones, incluyendo el uso moderado de redes sociales.
Ofrece servicios de atención psicológica y psiquiátrica para personas que presentan problemas relacionados con el uso excesivo de redes sociales y adicción a internet. Brinda información y orientación a la población sobre los riesgos asociados al uso problemático de redes sociales, así como estrategias para prevenir la dependencia.
Además, ofrece intervención en crisis para personas que experimentan dificultades relacionadas con el uso de redes sociales, incluyendo situaciones de riesgo o emergencias.
¿Hay estrategias específicas?
El sector cuenta con el Centro de Atención Ciudadana contra las Adicciones, para recibir asesoría gratuita y confidencial sobre prevención y atención en el uso de sustancias y adicciones, incluyendo el uso problemático de redes sociales.
Asimismo, realizan campañas de prevención en medios de comunicación y redes para informar sobre los riesgos y consecuencias del uso excesivo de redes sociales, especialmente entre adolescentes y jóvenes.
Se implementan programas de intervención para ayudar a personas que ya han desarrollado una adicción a las redes sociales, ofreciendo terapia psicológica y psiquiátrica.