Por LINO RODRÍGUEZ Y JOSÉ LUIS SIMÓN
Segunda parte
Ciudad de México, 18 mar. (AMEXI).- El doctor en Sociología por la Universidad La Salle, Felipe Gaytán Alcalá, recordó el episodio del bat que en su visita a Washington, Andrés Manuel López Obrador le regaló a Donald Trump, en julio de 2020, y consideró que la entrega del tolete fue un mensaje simbólico.
“Mira, a ti también te están atacando los demócratas, tus detractores. Te regalo esto para macanearlos como yo lo hago en México con mis adversarios. Y entonces fue el punto donde se unieron más y se reconocieron dos mandatarios populistas”, imaginó el sociólogo.
Consideró que López Obrador selló en ese momento su alianza con Trump y jugó en el equipo del republicano “como jardinero izquierdo, el más lejano, el que debía proteger la frontera sur, deteniendo migrantes, siendo su policía en el Suchiate, con una actitud más sumisa, de no confrontar al mandatario estadunidense”.
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A su vez, el politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Luis Eduardo Medina, dijo que el regalo a Donald Trump tenía este mensaje: “vamos a batear juntos a nuestros opositores, somos aliados, somos vecinos, tenemos la mejor alianza en la relación entre gobiernos”.
Los pitcher Fidel y Chávez frente al bateador Andrés Manuel
“Los voy a macanear” es una de las frases favoritas del presidente López Obrador que ha utilizado durante su sexenio cuando en medio de alguna crisis política, de su estado de salud o escándalo de su gobierno, decide ir al campo de beisbol, lo mismo para jugar un partido que a practicar su bateo.
El 25 de enero pasado, en el último año de su mandato, en medio de las denuncias de corrupción que involucran a sus hijos, el Ejecutivo federal se dejó ver nuevamente con el beisbolista Randy Arozarena, estrella de los Tampa Bay Rays de la Major League Baseball (MLB), dándose tiempo de una práctica de bateo.
“Hey, mi gente, aquí apoyando el beisbol con el Presidente. Le gané en un derby de jonrones fácil, pero Mariano (Rivera), cuidado que el hombre, está entrenando y está tirando muchas líneas por el medio. El hombre se está preparando y tiene poder”, expuso la estrella de las grandes ligas.
“Hay un claro simbolismo político cada vez que el presidente López Obrador sale a macanear y lo graban, lo difunden en redes sociales, en los medios de comunicación, para transmitir dos elementos claros”, dijo Medina Torres.
En el caso del primero, partió que de que el presidente mexicano “es hombre enfermo, porque él lo ha dicho y son públicos sus padecimientos”.
El Ejecutivo federal “busca decir soy un hombre fuerte, sano, competente, en condiciones, que estoy al cien y puedo ejercer la Presidencia si ningún problema, porque me puedo meter cualquier tarde a un campo de beisbol a macanear”, acotó.
El maestro en Ciencia Política dijo que en caso del segundo elemento, el mensaje simbólico es que es para “atizarle a sus rivales, a sus adversarios, con dar el mensaje que él va ganado por paliza a sus opositores, de que él tiene el poder, que él los puede batear, golpearlos”.
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Gaytán Alcalá opinó que cada vez que el presidente López Obrador sale en un video a macanear es una señal, un simbolismo de que está atento a todo, que no se le va ningún tema, ninguna bola, aunque sea de humo.
Quiere decir que no van a vencer a la Cuarta Transformación porque él está en el bat “y quien tiene el bat es el que decide quién gana el juego”, apuntó.
Según el sociólogo, “a pesar de que el beisbol es un deporte que nació en Estados Unidos, los gobiernos de Fidel Castro y Hugo Chávez lo utilizaron como una bandera, como un juego para derrotar al imperialismo.
“Acá en México, el actual mandatario lo usa (el bat) como un símbolo para macanear, para avasallar a los conservadores, a la derecha, a los fifis”, enfatizó.
Por el contrario, para el analista deportivo y especialista en beisbol, Edmond De Estrella, el “ver que el presidente, que se exhiba macaneando, bateando en el contexto global, creo que no ayuda a la imagen, porque genera división de opiniones, sobre todo en un entorno ya muy polarizado”.
Consideró que “esas demostraciones no ayudan al beisbol y acercan mucho al presidente López Obrador a esta imagen de Fidel Castro, de Hugo Chávez, de Nicolás Maduro”.
Ellos hicieron del deporte un manejo ideológico, de afinidad política, “de mostrar al mundo su bandera, su potencia en ese deporte”, puntualizó.