Ciudad de México, 1 oct. (AMEXI).- La estrategia de despedir al expresidente Andrés Manuel López Obrador con una lluvia de huevos que lanzarían los trabajadores del Poder Judicial de la Federación fracasó, pues confundieron el convoy del presidente de Chile con el del exmandatario mexicano.
A su paso por la esquina de las avenidas Fray Servando Teresa de Mier y Congreso de la Unión, donde se dieron cita desde temprana hora alrededor de 300 empleados de ese Poder de la Federación, cada uno de los convoyes escuchaba el grito de: «Dictador, Dictador, Dictador», ya que los manifestantes pensaban que en alguno de ellos iba el exmandatario de México.
Sin embargo, recibieron la señal equivocada para lanzar los huevos, los cuales no hicieron impacto en las camionetas chilenas, pero sí pusieron en evidencia su objetivo y, por ende, sus ganas de «bombardear» con blanquillos el vehículo de AMLO.
Como en todas las manifestaciones siempre hay infiltrados en las manifestaciones, y uno de ellos identificó a la persona que traía los huevos en una bolsa dentro de su mochila y lo señaló a la policía antimotines, mejor conocidos como granaderos, quienes de inmediato lo cercaron y le quitaron la mochila.
Se tensó el ambiente de protesta por la retención del joven que traía la bolsa con huevos
Esta situación tensó el ambiente de protesta que imperaba en el plantón, e incluso se dio un conato de bronca entre los manifestantes y los representantes de la ley, quienes al final dejaron libre al joven de la mochila, no sin antes decomisarle los huevos.
Mientras se registraba esta pequeña zacapela, López Obrador y su esposa pasaron por el cruce de las citadas avenidas a bordo del tradicional Jetta Blanco, que transportaba a Andrés Manuel López Obrador desde antes de que asumiera la Presidencia.
Los ánimos se calmaron y los trabajadores del Poder Judicial quedaron en espera del paso de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien llegó minutos después de la hora programada (10:50), ya que el exmandatario López Obrador tardó en llegar a la mesa del salón de sesiones de la Cámara de Diputados, pues los legisladores lo detenían para tomarse la foto de despedida con él.
Sin temor alguno, Sheinbaum pasó frente a los manifestantes y los saludó
Cuando pasó Sheinbaum a bordo de un vehículo blanco, venía saludando moviendo su mano derecha de lado a lado a todos por su paso, sin embargo, antes de llegar frente a los manifestantes, el chofer aceleró previendo cualquier situación.
A pesar de este incidente y de algunos provocadores que gritaban en medio de los manifestantes: «Es un honor estar con obrador», todo transcurrió en santa paz y los inconformes se retiraron del lugar, no sin antes entonar el Himno Nacional.