Ciudad de México, 10 jul. (AMEXI).- Ximena Melgar desarrolló anticuerpos sintéticos contra el veneno de serpiente durante su estancia internacional en el Center for Antibody Technologies (CAT) ubicado en la Universidad Técnica de Dinamarca, como egresada de Bioingeniería de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey.
Con este desarrollo se realiza un aporte para atender la problemática a nivel mundial por la mordedura de estos reptiles: “Lo que hice fue producir una toxina de serpiente sintética debido a que los tratamientos actuales para producir antivenenos básicamente consisten en extraer veneno directo de una serpiente, inyectárselo a otro animal, extraer la sangre de éste y luego purificar los anticuerpos”, destacó la estudiante.
Mediante un comunicado emitido por Tecnológico de Monterrey (http://www.tec.mx), Ximena Melgar comentó que en esta fase de la investigación el antiveneno funcionaría sólo para la especie de serpiente de la cual se extrajo el veneno.
El trabajo de la mexicana consiste en modificar genéticamente una levadura y una bacteria para producir la toxina sintética de serpiente. Una vez completado este paso, se neutraliza mediante inhibidores para concluir con el análisis de formación y toxicidad.
“Nuestro objetivo es crear venenos de forma sintética para neutralizar una familia considerable de serpientes y conseguir anticuerpos fáciles de producir, sin efectos secundarios y con producción de bajo costo”, explicó la bioingeniera del Tec de Monterrey.

Con esta primera fase del proyecto, Ximena Melgar quiere contribuir al problema de casos de envenenamiento por mordeduras de serpiente en países en desarrollo. Mientras que en el Center for Antibody Technologies, continúan trabajando con diversos anticuerpos para posteriormente pasar a las siguientes fases y pruebas clínicas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mordeduras de animales portadores de veneno, toxinas o patógenos son una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo. Cada año, las serpientes muerden a 5 millones de personas, de las que casi 50% resultan envenenadas, sobre todo en África y el Asia Sudoriental.