Acapulco, Gro. 15 mar. (AMEXI).- Dos policías estatales acusados del presunto homicidio calificado en contra de Yanqui Khotan Gómez Peralta, y tentativa de homicidio en perjuicio de otros dos estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, recibieron prisión preventiva que dictó un juez federal de este puerto.
Los agentes de la Policía Estatal de Guerrero presuntamente participaron en la agresión de los normalistas el pasado jueves 7 de marzo, cuando los estudiantes transitaban por el antiguo libramiento Chilpancingo-Tixtla y se detuvieron en una tienda de conveniencia a comprar cigarros.
Durante la audiencia, el juez federal encontró elementos suficientes para dictar la prisión preventiva en conta de los oficiales guerrerenses por los delitos de homicidio calificado doloso y tentativa de homicidio.
A la fecha hay un tercer policía estatal implicado en la agresión a los normalistas que se dio a la fuga, por lo que las autoridades federales y del estado de Guerrero ya lo buscan para fincarle responsabilidades penales.
El normalista Gómez Peralta tenía 23 años al momento de ser asesinado de un balazo en la cabeza por los agentes guerrerenses en las inmediaciones de un puesto de revisión sobre la carretera Chilpancingo-Tixtla, y presuntamente sin motivo alguno.
Familiares y amigos de Yanqui Khotan exigen a las autoridades federales y estatales que agilicen el rastreo del oficial que presuntamente, según las versiones oficiales de las autoridades de Guerrero, que gobierna la morenista Evelyn Salgado Pineda, supuestamente se les escapó.
La madre de Yanqui Khotan Gómez Peralta ha informado que su hijo, de acuerdo con los dictámenes oficiales de las autoridades de Guerrero, falleció por una hemorragia interna y externa por traumatismo craneoencefálico, con fractura en bóveda craneal y laceraciones encefálicas consecutivas por heridas de un balazo a la cabeza.
Los tres policías estatales indicaron el día de los hechos, que los jóvenes normalistas iban armados, drogados y que los agredieron, lo cual resultó falso, pues ninguno de los estudiantes resultó positivo al consumo de enervantes y alcohol ni tenían rastros de pólvora en las manos y ropa, por lo que no dispararon ninguna arma.
Sin embargo, presuntamente los oficiales de Guerrero “sembraron” una pistola en el vehículo de los normalistas para tratar de inculparlos.
Uno de los tres normalistas que viajaban por la carretera Chilpancingo-Tixtla logró escapar el día de la agresión, mientras que Osiel Faustino Jimón Dircio fue detenido por los tres policías involucrados en el crimen, pero al no comprobarse ningún ilícito ni que disparó una ama, fue liberado.