Por Maribel Islas y Rita Magaña
Miles de mujeres que llegaron en diversos contingentes al Zócalo de la Ciudad de México aprovecharon las vallas metálicas que se colocaron alrededor de Palacio Nacional para denunciar la desaparición de sus hijas, hermanas y madres, así como de la violencia que prevalece contra la mujer.
A un costado de un Palacio Nacional blindado con vallas de casi de dos metros de altura, las mujeres reclamaron que ¡no llegaron a la presidencia con Claudia Sheinbaum!.

En respuesta a la vallas que protege la casa presidencial, colectivos y mujeres las aprovecharon para pegar cartulinas con denuncia y consignas entre ellas:
- “Hoy marcho con mi hija, para mañana no marchar por ella”, se leía en una cartulina.
- “Hija mía no te olvido, hoy marcho por ti y por todas las que no pudieron #ni una menos. María de Consuelo González, desaparecida el 12 de noviembre 2020”, dejó un escrito una madre.
En el templete mujeres víctimas de violencia cuentan sus historia
Desde el templete, mujeres víctimas de violencia por su pareja contaron sus historias de terror, mientras que las féminas que arribaron se protegían de los rayos de sol con sus propias pancartas que cargaron durante la marcha 8M.
Y es que el trayecto fue agotador por la alta temperatura qué alcanzó lo a 29 grados, en donde las mujeres atestiguaron comercios cerrados y protegidos con maderas o vallas metálicas para evitar el vandalismo.
Bloque Negro
Integrantes del llamado “bloque negro” en el camino en la marcha realizaron pintas en los negocios y golpearon con martillos las mallas sin que le hayan provocado daño mayor.
En tanto, que las mujeres que llegaron al Zócalo pacíficamente, desde el templete en la plancha del Zócalo, mujeres pidieron a Sheinbaum qué se reconozca, en todos los niveles de gobierno la gravedad de la violencia de febrero y las violencias contra las mujeres cómo una emergencia nacional.
Piden reconocimiento al movimiento feminista
Exigieron un reconocimiento al movimiento feminista en sus implicaciones políticas, apartidistas y revolucionarias cómo un actor clave en la transformación social.
“Y no, no llegamos todas, señora presidenta”, reclamaron a unos metros de Palacio Nacional.