Por David Fernández Hummel
Ciudad de México, 23 jun. (AMEXI).- El Parque Bicentenario sigue ganando la preferencia de las familias capitalinas para pasar un día de esparcimiento y diversión, pero sobre todo en una convivencia sana entre comunidad y naturaleza, a diferencia de otros espacios donde la gente no respeta este binomio de cuidado al medio ambiente y dejan basura y destrucción a su paso, quienes asisten al Bicentenario se comprometen desde que entran a sus instalaciones a mantener la limpieza de las áreas verdes y recoger sus desperdicios al final de la convivencia.
De esta manera, familias completas, niños y niñas, adolescentes y adultos mayores gozan de las áreas de juego, del Orquideario, de los estanques con peces koi, así como tortugas que son del agrado de los pequeños.

A 14 años de rescatado este espacio industrial que ocupará la Refinería 18 de Marzo, el Parque Bicentenario se ha convertido en la preferencia de los habitantes del poniente de la ciudad.
Algunos visitantes comparan al Parque Bicentenario con la importancia que guarda el tradicional Bosque de Chapultepec, como otro de los pulmones verdes de esta gran ciudad: “Nos gusta venir a este espacio porque la gente se compromete a dejar limpio de basura cada lugar que ocupa, a diferencia del Bosque de Aragón, donde los visitantes en lugar de convivir destruyen o como en Chapultepec que cada fin de semana se recolectan toneladas de basura que los paseantes dejan.
Aquí en el Parque Bicentenario la gente respeta todo y quiero pensar que hay un compromiso de conciencia de sus visitantes”, explico el señor Filiberto, vendedor de paletas.

El Parque Bicentenario fue inaugurado en 2010, convirtiendo sus áreas no sólo en un referente para el esparcimiento familiar, sino también para el conocimiento de la diversidad de ecosistemas con una gran variedad de platas endémicas del país y de los diferentes tipos de vegetación a lo largo y ancho del país, que en un microespacio como el Bicentenario se pueden apreciar, lo mismo un área de plantas desérticas como de vegetación tropical y boscosa.
El público puede apreciar el hogar de una enorme granja de orquídeas de diversos colores, formas y texturas que muestran la gran belleza de esas especies, en grandes invernaderos que guardan un clima especial para su existencia y reproducción.

Entre las atracciones más vistosas para los pequeñines del hogar está el paseo en el trenecito multicolor que recorre todo el Parque Bicentenario por más de 30 minutos, así como los juegos fijos de columpios y resbaladillas, y una enorme área con más de una veintena de juegos inflables para subir y escalar.
Otra de las áreas preferidas de familias es admirar los cientos de peces rojos en sus estanques, donde los niños pueden alimentarlos con croquetas especiales que se expenden en las inmediaciones, evitando con ello que la gente ofrezca alimentos no aptos para las carpas y tortugas que nadan en las aguas verdes del lugar.

El Parque Bicentenario fue inaugurado para conmemorar los 100 años del comienzo de la Revolución Mexicana y los 200 años de la Guerra de Independencia de México. Fue un proyecto masivo de recuperación de tierras industriales para rehabilitar las parcelas contaminadas por la refinería de Pemex durante mucho tiempo.
Hoy en día, se ha convertido en un parque de barrio donde los visitantes vienen a admirar las de mil 300 especies de orquídeas, 40% de ellas son endémicas de México, por lo que sus colores y formas hacen toda una aventura dentro del Parque Bicentenario en un recorrido por más de siete mil especímenes, cuidados con extrema rigurosidad.