Ciudad de México, 7 Abr. (AMEXI).- A pesar de que en México existe un Registro Público Vehicular (REPUVE), en el país se carece de un sistema efectivo que otorgue seguridad sobre la compra-venta de vehículos, por lo que el robo de unidades, la reventa de las mismas e incluso su exportación a países como Rusia continúa en crecimiento.
Y es que el Repuve que hoy se conoce, único instrumento que tienen los compradores de vehículos para corroborar el estatus jurídico de la unidad, es desde su nacimiento, el primero de septiembre de 2004, obsoleto.
Cifras recopiladas por Carfax México, empresa privada que suministra historiales de vehículos, señala que en México se roban alrededor de 60 mil unidades al año, de las cuales un considerable porcentaje regresa al mercado remarcado para su venta la informalidad, háblese de tianguis de autos y operaciones de compra-venta entre particulares.
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, declaró a la Agencia Mexicana de Información que desde su publicación el primero de septiembre de 2004, el Repuve presentó deficiencias que hoy conserva y lo hacen completamente obsoleto.
Y es que “dentro de lo más delicado está que esa ley, al involucrar la participación fundamental de los gobiernos estatales y de algunas dependencias del gobierno federal como la Secretaría, ahora de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la Secretaria de Relaciones Exteriores, no genera ninguna restricción (…) no genera ninguna penalidad en forma efectiva para que se cumpla esta obligación de presentar la información por parte de los gobiernos estatales, de las procuradurías de justicia de los estados, ahora fiscalías y en este sentido tenemos una ausencia muy, muy fuerte de información”.
Simple y sencillamente, dijo, los gobiernos locales no suben la información a tiempo o en algunos casos tampoco está debidamente validada.
Tampoco hay un tema homologado de control vehicular en las entidades federativas o estados, por lo que hay 33 procedimientos distintos para dar de alta un vehículo, para darlo de baja, cada entidad federativa administra su propio sistema informático, algunos con mayor avance, otros francamente carentes de solidez técnica “y en abono de este escenario negativo está el que el propio sistema del Registro Público Vehicular nunca tuvo la capacidad de entrar en operación de forma integral”.
Esto ha generado, a lo largo de los años una insuficiencia en el funcionamiento del Repuve para cumplir con el objeto de la ley, de brindar seguridad jurídica, de tener toda la información de los actos administrativos relativos a un vehículo.
Lo anterior se traduce en inseguridad al momento de la compra de vehículos en el mercado de seminuevos.
Cuando un comprador decide adquirir un automotor en el mercado informal, lo primero que hace es checar si existe reporte de robo ante el Registro Público Vehicular. «(…) Pero no. No es confiable».
En primer lugar, porque la información contenida en el Repuve no ofrece la seguridad de que efectivamente sea la información real en términos de las características del vehículo, pues las actualizaciones y en los cambios que se realizan dentro del sistema, en muchas ocasiones no coinciden los datos del vehículo”.
No existe la confianza de que cuando se presenta una denuncia de robo, ésta pase en automático al Repuve. “(…) pueden pasar meses a partir de que se presentó un reporte de robo y la consulta ante el Repuve sigue apareciendo limpia, cuando en realidad ya existe el reporte de robo.
“Tú puedes comprar un vehículo con la confianza de que lo verificaste y posteriormente ser detenido en un retén policiaco y ante la verificación aparecer un reporte de robo. Esto, pues es muy grave.
Otra afectación importante es que alguien puede comprar un vehículo en la confianza de que lo está checando en el Repuve y ese vehículo no tiene consigo el aviso por parte de una institución crediticia en la que el vehículo se encuentra otorgado en garantía. “Esto es también en extremo grave porque te deja en total desprotección”.
Por otro lado, los gobiernos estatales están dando de alta vehículos robados, clonados y que en realidad, el vehículo auténtico que trae ese número de verificación vehicular, incluso aún no se vende, aún se encuentra en la distribuidora. Y cuando el vehículo auténtico se vende y el propietario solicita sus placas se encuentra con que ese vehículo se encuentra con placas otorgadas. “Entonces, es un caos”, afirma Rosales Zárate.
Pero, la problemática es más grande porque el Repuve no tiene tampoco la capacidad de intercambiar información de manera automatizada con las bases de datos de Estados Unidos, de Canadá, de Europa.
Es por eso que muchos de los vehículos que se roban en México tienen como destino los mercados internacionales.
Los vehículos de alta gama que son robados en territorio mexicano, en menos de 12 horas están embarcándose en algún puerto para acabar en África, en Medio Oriente o en Rusia.
Para ello, la Amda ha propuesto una nueva ley de control vehícular, misma que ya presentó a los equipos de los candidatos a la presidencia de la República y cuyas características se darán a conocer en una segunda parte de este reportaje.