
En su programa “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira Valdez, condenó la reciente aprobación de la llamada Ley de Expropiación o de despojo, conocida ya en el mundo de la política como la “Ley Alito”, en alusión a la dedicatoria que tiene en contra dirigente tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, y advirtió que Campeche, bajo el gobierno de la siempre controvertida y señalada Layda Sansores, que se reserva lujos sólo para ella, invitados y familia, se ha convertido en un laboratorio del partido Morena para medir las reacciones ante disposiciones que a todas luces resultan dictatoriales que atentan contra derechos como la propiedad privada o la libertad de expresión.
Criticó el diputado Moreira que la mayoría del partido guinda en el Congreso local aprobara –vía fast-track, como acostumbran- en menos de una semana un dictamen que cancela el derecho de los ciudadanos, en este caso campechanos, a defender su patrimonio frente a una declaratoria de utilidad pública.
Específicamente, el legislador priista subrayo que “con esta ley, no habrá recurso legal alguno para oponerse a una expropiación. Además, será la Secretaría de Finanzas la que determine el monto de la indemnización, designando a un perito ‘calificado’ bajo su propio criterio. Y según se sabe, el gobierno de Layda Sansores tiene planeado pagar a precio catastral, o sea, el más bajo, los predios expropiados y cuando se le dé la gana.
Dicha autoritaria medida, sin duda, constituye un atropello que pone en riesgo la seguridad jurídica de las familias que, como ya se anotó, quedan totalmente vulnerables, pero sumamente importante es que, con este tipo de arbitrariedades, se desalienta por completo las inversiones que pudieran hacerse en el estado al carecer de certeza alguna.
Otro de los puntos que el diputado Moreira abordó fue el peligroso incremento de la inseguridad en Campeche, pero no hay que solsayar que esta situación se extiende a todo el país.
VIOLENCIA EN EL PAÍS
Respecto a lo anterior, hay que rescatar la marcha que se llevó a cabo el fin de semana en Sinaloa, dizque gobernada por un errático Rubén Rocha Moya, quien, en los últimos días, ante las balaceras en los alrededores de planteles escolares, se dedica a decir que son mentiras del personal de las instituciones educativas, cuando existen videos que terminan por exhibir al propio gobernador.
En la marcha en la que se quemaron figuras del gobernador y de la presidenta, ésta última con una larguísima nariz, coreando “mentirosos”, miles de ciudadanos marcharon por la paz en Culiacán, tras ya poco más de un año marcado por violencia e inseguridad que tiene convulsionada a la entidad, producto de la guerra entre los “Chapitos” y la “Mayiza”.
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La movilización reunió a familias que han perdido a seres queridos; personas que incluso ya buscan a sus desaparecidos y comerciantes que son víctimas de la extorsión o que de plano han terminado por cerrar sus negocios. La movilización constituye una exigencia de que en el estado debe parar esta guerra para dar paso al derecho a tener un futuro sin miedo para Sinaloa.
Aquí la pregunta es obligada: ¿cómo tendrá pensado defender Sheinbaum al gobernador de Sinaloa en su gustadísima “mañanera del pueblo?







