Deja te cuento que…
Cortina de humo
Por Javier Macías García
A Claudia Sheinbaum le vino bien la noticia de que el expresidente Enrique Peña Nieto presuntamente recibió un soborno por 25 millones de dólares, a cambio de otorgar contratos a empresarios israelíes para comercializar el software espía Pegasus.
También le cayó bien que ese día, en que el diario israelí The Marker reveló que, de acuerdo con un arbitraje secreto, los empresarios Avishai Neriah y Uri Ansbacher presuntamente entregaron esos millones de pesos al mandatario, casualmente el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, se encontraba en la “Mañanera del pueblo”.
Y le cayó bien a la mandataria porque el funcionario aprovechó ese momento para informar que la FGR abrió una carpeta de investigación al exmandatario. También anunció que ya pidió información a Israel sobre el supuesto soborno.
Para Sheinbaum significó un pequeño respiro. El escándalo de la Casa de Bolsa Vector, con los acuerdos de culpabilidad de los presuntos capos mexicanos con las autoridades de Estados Unidos, entre otros, le habían arrebatado la narrativa y los principales espacios en el ecosistema mediático.
Para la oposición, el tema del presunto soborno a Peña Nieto se trata de una cortina de humo. Sería una táctica para desviar la atención de asuntos relevantes que pueden poner en jaque al gobierno de Sheinbaum. En particular, porque podrían involucrar a Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, de ser una cortina de humo le durará poco, porque el mismo titular de la FGR reconoció que no ha sido fácil la relación con las autoridades de Israel. “Hemos tenido muchos problemas que vienen prácticamente desde lo que ocurrió en Ayotzinapa y tenemos casos que están ahí detenidos, que llevan varios años. Espero que en este caso tengamos una respuesta más rápida”, agregó.
El tema, que utilizaron como cortina de humo, también se les revirtió. Porque, en el ecosistema mediático reclamaron que el gobierno y, en particular, la FGR, no hicieran lo mismo contra los responsables del presunto lavado de dinero de Vector Casa de Bolsa, así como por los audios y contratos que supuestamente beneficiaron a los amigos de los hijos de López Obrador, sólo por citar un par de ejemplos.
La presidenta Sheinbaum suele evitar hablar o profundizar en lo que considera incómodo, molesto o complicado. Por ello, aprovecha los momentos en que los yotubers hacen preguntas a modo, a fin de imponer su agenda mediática. Pero la mayoría de las veces sus temas quedan relegados a un segundo plano.
Lo peor sucede después, cuando emerge la verdad, esta vez en los tribunales extranjeros o filtraciones a medios de comunicación. Para ese entonces, ya deberán tener una posible respuesta. Pero este gobierno no suele preparar estrategias de comunicación con todos los posibles escenarios. Todo se le vuelve urgente y, en la urgencia, improvisan y, al final, todo sale mal.
No hay pacto de impunidad
El expresidente Peña Nieto difundió un mensaje en sus redes sociales. En ese mensaje rechazó las afirmaciones publicadas por el diario israelí The Marker:
“Lamento encontrarme con notas que, sin el mínimo rigor periodístico, hacen afirmaciones a la ligera y dolosamente. Totalmente falsa la nota sobre supuestas aportaciones. Es una insinuación carente de sustento alguno. Queda la duda, en interés de quiénes, se hace tal publicación”.
Por su parte, en la conferencia mañanera, a pregunta expresa de un medio de comunicación afín a su gobierno, Claudia Sheinbaum rechazó que exista un pacto de impunidad con el expresidente Enrique Peña Nieto.
“…No hubo pacto de impunidad, es más, hubo una consulta pública de si se juzgaba a los expresidentes, no alcanzó pues el número suficiente de votos, pero una consulta pública. Entonces no es que haya habido un pacto de impunidad, lo que dijo entonces el presidente López Obrador, que es público, es: ‘nosotros nos interesa aquí en adelante’”.
A la mandataria le urgía desligarse de cualquier pacto con Peña Nieto, porque en el ecosistema mediático se profundizó sobre ese supuesto acuerdo entre expresidentes. A Sheinbaum le interesaba profundizar en ello, porque en los medios y en redes se hablaba de que con la carpeta de investigación que inició la FGR estaba rompiendo el pacto entre el priista y la 4T. Aún en redes sociales no le creen a la jefa del Ejecutivo.
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