“No consideramos de un modo aislado las acciones separadas, las reivindicaciones de los obreros, por modestas que sean, como algo completamente desgajado de la lucha de clases. Nos esforzamos constantemente… en enlazar los intereses cotidianos inmediatos, vitales, de las grandes masas con los fines generales planteados en estas últimas.
En esto consiste la diferencia esencial…”
A. Losovsky
(Secretario general de la Internacional Sindical Roja 1921-1937).
DE LA HUELGA A LA TOMA DEL PODER.
En México todos los días tenemos noticias de la lucha de los trabajadores en distintas partes del mundo; además, recibimos información de que las más diversas formas de manifestación de los trabajadores y los pueblos del mundo son cada vez más constantes después de la pandemia del covid-19, y hay otra característica: las huelgas son más frecuentes.
Los sectores de la clase obrera que han participado activamente en las huelgas, cada día son más amplios, van desde los trabajadores de la tecnología de punta, la inteligencia artificial, la aeronáutica, hasta el proletariado agrícola; La huelga en YouTube Music en Austin, Texas (Febrero 2023), Google en Zurich (marzo 2023), las huelgas de pilotos y personal de aeronáutica en Reino Unido, Alemania, Francia, España, por reiteradas ocasiones en los últimos 10 meses y el paro continental de los agricultores en Europa, el mes pasado, aunado a las huelgas de actores y artistas de Hollywood, la huelga en General Motors en Estados Unidos, Tesla en tres países nórdicos, Amazon en Reino Unido, así como el New York Times, etcétera; esto indica que dichos sectores se han visto obligados a recurrir a esta forma de lucha histórica de la clase obrera durante el último año.
En las últimas cuatro semanas nos llegan notas como: España se enfrenta a la primera huelga bancaria en 40 años, con la participación de más de 80,400 trabajadores –afectando a Santander, BBVA, Deutsche Bank, Caixa Bank, entre otros–; una ola de huelgas sin precedentes sacude al país de la felicidad –que tras una huelga general a principios de febrero, en marzo y hasta este 8 de abril enfrentó una huelga de trabajadores ferroviarios, aeroportuarios y del sector eléctrico, que provocaron pérdidas en millones de euros–; Alemania tuvo más huelgas en el primer trimestre que en 25 años –se lee en otro titular que a su vez informa que hay una “locura de huelgas” en el país que presume ser la primera potencia de Europa–; mientras tanto, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés) calcula que durante el 2023 hubo un incremento de 280% “de la actividad de las grandes huelgas, volviendo a niveles previos a la pandemia”, en las que se involucran desde actores y guionistas de Hollywood, trabajadores de la industria automotriz, profesores, trabajadores de la salud.
Es casi imposible hacer un recuento total de la actividad huelguística de los últimos meses alrededor del mundo, porque ahora mismo, mientras escribimos o leemos estas notas, están en curso nuevas huelgas o están en proceso de preparación las próximas; en Perú, por ejemplo, el Sindicato Único de Trabajadores de Perú (SUTEP) ha anunciado Huelga Nacional el 23 de Mayo; los trabajadores de Finlandia amenazan con regresar a huelga si las autoridades no atienden sus demandas; en Angola, después de la primera huelga nacional de los burócratas, se preparan hacia la huelga general, con una segunda etapa programada para la última semana de abril y una tercera etapa para el mes de junio próximo; en México, la CNTE iniciará con una escalada de paros, con el paro de 24 horas este próximo 15 de abril.
La gran mayoría de las huelgas en el mundo han estallado por las demandas básicas de los trabajadores, aumento de salarios, respeto a los contratos colectivos de trabajo, contra las medidas gubernamentales que recortan los derechos laborales; las huelgas generales que también ya abarcan varios países se han propuesto objetivos de carácter político, han estallado contra las políticas neoliberales de los gobiernos. Francia, Italia, Finlandia, Argentina, Alemania, Guatemala, son algunos países que en los últimos meses han enfrentado huelgas políticas.
De estos hechos, y de cara a los emplazamientos a huelga, vigentes en nuestro país, es importante valorar este contexto internacional, para no caer en el ridículo argumento de que las movilizaciones actuales y las huelgas son movidas por “intereses políticos” o que “son promovidos por la oposición de derecha”; es claro que la lucha de clases actual ha obligado a los trabajadores de México y el mundo a recurrir a las huelgas, como forma histórica de lucha, para la defensa de sus intereses y, sin duda, es parte de la respuesta del proletariado, ante la ofensiva del capital por trasladar todos los costos de la crisis, sobre las espaldas de la clase obrera.
A diferencia de otros periodos, ahora, la clase obrera está adquiriendo de nuevo el protagonismo, las huelgas actuales, sin duda, van a marcar el nuevo sendero de ascenso de la lucha del proletariado mundial.