Ciudad de México, 25 jun. (AMEXI).- Manuzio es un felino que da la bienvenida a los visitantes de la librería de usado El Tomo Suelto, su nombre es en honor a Aldo Manuzio, quien fuera un impresor italiano, fundador de la Imprenta Aldina; es amigable y cariñoso y su mirada te invita a entrar y ensimismarte en las letras acomodadas en forma de novela, poesía, ensayo, historia; de tirajes pequeños, de hace años, décadas y hasta siglos, de todo se encuentra en el lugar.
El Tomo Suelto tiene alrededor de 34 años, uno de los dueños fundadores es librero de por lo menos tres generaciones, Francisco López Casillas, quien junto con su esposa, Gema Contreras Jiménez, han llevado a flote el barco de los libros de viejo, platica para Amexi Claudia Alicia Retel, encargada del lugar.
Enfatiza que “las librerías de libros usados dan la oportunidad de adquirir libros a un menor costo, no es gratis que para muchos de nosotros en la época de estudiantes y hasta la fecha sea un espacio de cajón, además de que en el libro usado hay muchos factores, como son publicaciones atrasadas, que probablemente ya no van a poder conseguir o fue un tiraje muy reducido, pues también eso va aumentando el valor del libro usado, no quiere decir que todo el libro antiguo o viejito le pase lo mismo”.

Con una sonrisa y tratando de parafrasear a Umberto Eco narra que “Umberto Eco comentaba que los libros deberían ser como las herramientas o como la medicina, tú no la compras necesariamente porque ya estés enfermo o porque necesites reparar algo, pero tienes ahí un desarmador para cuando lo necesites, es lo mismo los libros, tú no sabes en que momento en la vida vas a necesitar cierto tema, pero sí ahí está, tienes tu botiquín.
Aplaude el oficio del librero y explica que es un oficio que muchas veces pasa desapercibido “es un oficio invisible, porque la gente cree que los libros llegan a su estante por arte de magia, para que el libro te lo encuentres en una sección, de una letra específica, paso por un proceso. Aquí todos los chicos reciben la estructura sobre el oficio para el argot, conocen las partes del libro, es un oficio romántico que les permite [a los jóvenes que trabajan ahí] crecer desde otros aspectos, sobre todo el de desenvolverse, el de hablar”.}

Alicia Retel puntualiza que es complicado mantener un negocio y más aún uno de libros, “no es un negocio cualquiera, el que elige poner una librería de usado lo mueven otras circunstancias y sobre todo el amor hacia los libros, apostarle a estas alturas poner una librería o sostenerla implica mucho esfuerzo y mucho trabajo”.
Recuerda que la pandemia fue un momento complicado, ya que de cuatro sucursales en 2020 ahora ya sólo quedan dos, la que se ubica en la calle de Donceles, en el Centro Histórico y la de avenida Cuauhtémoc: “Llegó la pandemia y a cerrar, en ese momento como en todas las crisis, sale lo mejor y sale lo peor de las personas, lamentablemente en dos de los espacios no hubo ningún apoyo ni consideración de que iban a estar cerradas, no era que condonaran el pago de rentas, era simplemente aguántame, deja que abra y se continua los pagos, y nos decían sí, pero se te van a cobrar intereses, sí pero ya es cambio de contrato y te voy a aumentar la renta y eso nos llevó a cerrar dos espacios.

“En ese entonces empezamos a vender en línea, a usar las redes sociales, no se había volteado a ver ese espacio, hacer envíos locales por medio de un servicio de paquetería local o utilizar paqueterías foráneas si lo querían en otro lado de la República, se implementaron muchas dinámicas de publicidad y promociones, y ahorita estamos trabajando para llegar a ese punto de equilibrio que teníamos antes de la pandemia, es un trabajo en equipo, es un oficio muy bonito y que pretendemos que continúe”, relata.
La entrevistada invita a la gente a no perderse le experiencia de llegar a un lugar acogedor, con olor a letras y a sumergirse en otra dimensión, a encontrar su historia, su libro favorito.
Detalla que “las librerías deberían ser como las tiendas Oxxo, estar abiertas las 24 horas y además tener una en cada esquina para que las letras nunca paren de circular”.

Antes de despedirnos Claudia Alicia Retel nos muestra un ejemplar que se encuentra en El Tomo Suelto que data de 1845, son dos tomos de El Quijote con grabados de Doré, con empastado original de época, en formato monumental, en español antiguo, dos hermosos ejemplares que debes agarrarlos con las dos manos por su grosor y su gran tamaño.
Cuando Amexi termina el recorrido por el lugar, Manuzio nos despide con algunos maullidos, acercándose para acariciarlo e invitarnos a regresar.
