Por Adis Urieta
En diferentes culturas de pueblos diversos, los animales son parte de sus leyendas sobre el origen de los bebés, como la cigüeña en algunos países europeos. Sin embargo, en la cosmovisión de la gente de la comarca indígena de Guna Yala, situada en la costa caribeña de Panamá, los Uagi (delfines) son los espíritus responsables de esta tarea.
La joven arquitecta y activista cultural, Agar Iklenia Tejada, explica que el delfín en la creencia guna, es la criatura a la cual se le pide que traiga a los bebés, embarazos sanos y los partos sin complicaciones. Para los gunas, un Uagi, es más que un animal acuático, es un intermediario entre la gente y el mundo divino, guiando las corrientes de la vida con cada nuevo nacimiento.
Tejada es una artista que diseñó una enorme mola (tejido guna) en forma de vela para un bote, que fue llevado a la pasada Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Escocia, la cual confeccionaron más de 40 mujeres y en el centro de la vela, estaba un delfín. Esta mola incorpora símbolos importantes de la cultura guna.
Uagi, los delfines que traen vida
La cosmovisión guna contempla que el mundo está dividido en varias capas. El hombre vive en una de ellas, la «Neg Gunas», que es la superficie terrestre donde hay lugares sagrados, los «Galus», que pueden ser el río, el mar, la montaña, las rocas o los árboles. En estos lugares habitan diferentes seres, incluyendo los humanos, además de elementos como el agua y el viento. Todos tienen una esencia espiritual y una función de equilibrio.
La diseñadora de la mola auspiciada por Geoversity, como parte de su campaña GEO 2030 ARCA DE BAMBÚ, nos narró que, según la creencia de los guna, quienes viven en cientos de pequeñas islas, el mar es visto como una gran abuela y que son los delfines los que se encargan, en su papel de mensajeros sagrados, de llevarles las noticias sobre diversos acontecimientos.
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La comarca Guna Yala es una región de aguas cálidas, arrecifes de coral y más de 300 islas, hogar de muchas especies de vida marina. Los delfines, como los de nariz de botella, encuentran comida y descanso en los corales. Es posible ver en sus aguas otros delfines, aunque no tan frecuentes cerca de la costa, como el delfín manchado del Atlántico y el delfín de dientes rugosos.
Un Uagi es más que un animal acuático
La presencia constante de delfines en las aguas caribeñas muy posiblemente influyó en el imaginario espiritual o simbólico de Uagi en la comarca, donde se encuentran el 80 por ciento de los arrecifes de coral, hogar de una gran variedad de vida marina, y es fácil avistar a estos mamíferos marinos. Para muchas gunas, ver estos cetáceos juguetones es claramente el anuncio de la llegada de un bebé.
Justo para proteger la vida marina en sus aguas, la Fundación MarAliance inició hace unos años un proyecto de conservación e investigación de los arrecifes de coral, con el apoyo del Ministerio de Ambiente de Panamá, SENACYT Panamá, el Congreso Guna y el Instituto de Investigaciones y Desarrollo de Guna.
Los corales en el Caribe se ven afectados por el tráfico marítimo intenso, malas prácticas de avistamiento y la alteración de comportamientos naturales debido a acciones como el ruido de motores, además de efectos del cambio climático. El conocimiento del estado de salud de los corales de Guna Yala permitirá atender las urgencias necesarias para su protección.
La artista nos recuerda que en la «Nabguana», la Madre Tierra, existe un Galu (espacio) para todo ser, como las culebras, cocodrilos, jaguares, aves, humanos y delfines. Estos últimos son, para las gunas, seres cuya existencia y función están intrínsecamente ligadas al ciclo vital que nos conecta a todos.
