En un partido que homenajeó a la historia del equipo de la frontera, los Bravos de Juárez, con la casaca de los Indios, empataron con las Chivas en un partido en que ambas escuadras se mostraron inoperantes.
Los locales quedaron a deber en su juego, pues a lo largo del torneo su nivel ha sido una agradable sorpresa, y el empate es un trago agridulce para una afición que, por primera vez, está acostumbrada a competir y a ganar.
El Guadalajara, con la derrota ante el América todavía fresca, salió al estadio olímpico Benito Juárez sin su entrenador Gerardo Espinoza, sancionado por su altercado con la banca americanista en el clásico, y se notó en el funcionamiento rojiblanco.
Un partido de pocas emociones
El Juárez necesitó de una sola jugada para abrir el marcador, pues al minuto 6, el brasileño Madson metió un centro por banda derecha y Ángel “el ingeniero del gol” Zaldívar la mató con el pecho y, sin que tocara el piso, la mandó a guardar.
Ambos equipos mostraron una versión muy floja, pues, fuera del gol, no hubo más disparos a portería por parte de ninguna escuadra. Las jugadas más peligrosas de la primera mitad fueron por errores de los porteros, que, para suerte de ellos, no subieron a la pizarra.
Chivas con “justicia” encontró el empate
Los visitantes agarraron la pelota y no la cedieron durante gran parte del segundo lapso. Pero tanta posesión no se reflejó en oportunidades, no tanto por las buenas actuaciones de la defensa de Bravos sino por las imprecisiones del ataque del chiverío.
Pero al minuto 80, Miguel Gómez sacó una raya desde fuera del área que le hizo un extraño a Sebastián Jurado en su camino a las redes para poner el empate en el marcador y su primer gol como profesional.
El gol le recordó a Juárez que tienen un buen nivel futbolístico e intentaron volver a ponerse en ventaja, mientras que el Guadalajara atacó al contragolpe, por lo que los últimos 10 minutos fueron muy entretenidos, pero la igualada se mantuvo y el partido terminó con marcador de 1-1.
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¿Un oasis o un toque del fondo?
Las Chivas han tenido un muy mal semestre, pues con la derrota ante el América en la Concachampions, su mala posición en la clasificación de la liga y la irregularidad directiva en los tiempos recientes, el empate ante uno de los equipos más interesantes del torneo puede verse como un buen logro.
Sin embargo, el pedigree y las exigencias del club no permiten que el empate pueda evaluarse como un resultado decente, pues históricamente los resultados han ido en dirección del equipo jalisciense.
Los Bravos intentarán sacar un mejor resultado ante el Puebla, en un partido que deberían ganar por lo mostrado en el torneo, mientras que el Chivas tendrá una prueba muy complicada de visita ante la máquina cementera de la Cruz Azul.
