Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13 sep. (AMEXI).-Ante el recrudecimiento de la violencia y los contantes enfrentamientos entre narcos, miles de feligreses de la Iglesia Católica de varias regiones del estado, participaron en la marcha-peregrinación por la paz encabezada por los tres Obispos de Chiapas.
El objetivo de la peregrinación religiosa a la cual asistieron también familias desplazadas y familiares de víctimas de violencia en la entidad, fue expresar con fe y dignidad las exigencias de frenar los enfrentamientos armados y la violencia.
Debido a la situación de violencia creciente que se vive en casi toda la entidad, destacaron los organizadores de la marcha, existe una gran preocupación entre la población a consecuencia de la disputa de territorio entre los cárteles de la droga.
Las desapariciones, muertes y el reclutamiento de jóvenes preocupan a los chiapanecos
Además, de las desapariciones, las muertes, el reclutamiento de niños y jóvenes y el aumento exponencial de la inseguridad, entre algunos rostros de la violencia.
El recorrido fue acompañado de demandas y exigencias de paz y justicia: «Paz con justicia y dignidad, ¡ya!», «Queremos la paz que exige el pueblo», «Si a la paz, no a la violencia», «Justicia y paz para Chicomuselo», «Exigimos justicia y retorno con garantías».
Al iniciar la marcha el padre de la vicaría de justicia y paz en San Cristóbal de las Casas José Luis Bezares mencionó que esta manifestación es por la violencia en Chiapas, por lo que demandó las autoridades de los niveles de gobierno que actúen de manera inmediata.
Marcha por la paz sirvió para dar voz a las víctimas de violencia
Durante la lectura del comunicado, los líderes eclesiásticos destacaron el objetivo principal de la peregrinación fue la de dar voz a los miles de víctimas de la violencia en Chiapas y en México, cuyas tragedias han sido silenciadas o minimizadas por las autoridades.
“Nuestra peregrinación por la paz no es solo un acto simbólico; es una exigencia de justicia para los que han sido masacrados, extorsionados o desplazados por la violencia de los grupos criminales”, señalaron los obispos.
También condenaron los proyectos de desarrollo impulsados por intereses económicos que buscan despojar a los pueblos originarios de sus tierras.
Gobierno de Chiapas no reconoce control de comunidades enteras por los narcos
Al respecto, denunciaron que los megaproyectos, como la minería, la extracción de petróleo, la construcción de supercarreteras y la privatización del agua, han vaciado comunidades enteras bajo el pretexto del desarrollo y favoreciendo el tráfico de migrantes, drogas y armas.
Este sistema de despojo y violencia, revelaron los obispos, genera desplazamientos forzados, pero el gobierno lo disfraza bajo el término de “situación de vulnerabilidad”, sin reconocer el verdadero problema: el control territorial por parte de los cárteles, indicaron los religiosos.