Madrid, 11 Mar (AMEXI).- A 20 años de los atentados en los trenes de Madrid, el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, instaron a los países de europeos a mantenerse unidos en la lucha contra el terrorismo, a fin de evitar tragedias similares.
En el marco del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, celebrado en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid, el rey rindió homenaje a las víctimas y afirmó que es tarea de todos dar visibilidad a las 192 personas que perecieron aquel día.
Consideró que es labor de instituciones, académicos y la comunidad visivilizar a las todas las víctimas del terrorismo, venga de donde venga y actúe donde actúe.
«La mayoría de los que estamos aquí recordamos perfectamente dónde estábamos aquella mañana fatídica», señaló.
El 11 de marzo de 2004, 10 bombas estallaron de manera coordinada en trenes del metro de Madrid, cerca de la estación de Atocha, provocando la muerte de 192 personas y más de mil 800 lesionados, de 17 diferentes nacionalidades.
En el acto conmemorativo, organizado por la Comisión Europea (CE), Pedro Sánchez dijo por su parte que el recuerdo a las víctimas del 11-M deben ser los valores de paz, convivencia, verdad y justicia.
«El recuerdo debe mantener viva la memoria sobre lo que ocurrió en el pasado, pero también ser un acicate para el presente y futuro, para que no se repita, y para que las víctimas, supervivientes y familiares, cuenten siempre con nuestra solidaridad y afecto», indicó.
El jefe de gobierno recordó que la democracia, el Estado de Derecho y los derechos sociales son identidad de una Europa unida: «sea del signo que sea, nunca podrán destruirla».
«Combatir el terrorismo es actuar también contra las causas que alimentan los conflictos regionales, la pobreza y el subdesarrollo. Es prevenir que los fanáticos transformen la desesperación en un arma para atacar los principios de libertad y respeto a los derechos humanos», apuntó Sánchez.
El vigésimo aniversario del 11-M se conmemoró este lunes, con diversos actos en todo España, incluida la céntrica Puerta del Sol y la estación del metro de Atocha, donde sobrevivientes y transeúntes depositaron flores, velas y fotos de quienes perdieron la vida.