A seis años de la explosión e incendio de una toma clandestina en un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyó que la tragedia pudo evitarse, que hubo una “indiscutible falta de debida diligencia” de Pemex y que, en general, hubo omisiones de diversas instituciones de los tres niveles de gobierno.
En la tragedia ocurrida el 18 de enero de 2019 en Tlahuelilpan, comunidad mayormente de población indígena, murieron 138 personas, en tanto que 13 sobrevivieron. Además, como consecuencia de estos hechos, 194 niñas, niños y adolescentes quedaron en situación de orfandad.
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La responsabilidad de Pemex
En su informe, la CNDH hizo referencia a la “responsabilidad subsidiaria del Estado”, específicamente la derivada de Petróleos Mexicanos (Pemex), dado que ha tenido pleno conocimiento del incremento exponencial de las tomas clandestinas.
Además, indicó que esta empresa estatal de petróleo y gas resguarda la información sobre la ubicación de sus ductos en toda la República, cuenta con personal capacitado y conoce a detalle los riesgos e impactos que conlleva el manejo inadecuado de los hidrocarburos, así como las implicaciones para la población aledaña a los ductos.
“Sin embargo, ha omitido adoptar las medidas necesarias, razonables y efectivas para abordar el grave problema de la extracción ilegal de hidrocarburos, lo que evidencia una indiscutible falta de debida diligencia”, agregó el texto.
La Sedena debió detener a huachicoleros
La CNDH precisó, asimismo, que de acuerdo con la ley, los elementos de la Defensa Nacional están facultados para realizar acciones de detención en flagrante delito, razón por la que, “según lo informado por esa dependencia federal, ante la presencia de 8 a 10 personas que inicialmente se encontraban extrayendo combustible, se pudo haber realizado su detención y puesta a disposición en esos primeros momentos.
“Sin embargo, al verse rápidamente superados en número, fue materialmente imposible detener a las personas que extraían el combustible de manera ilegal”, añadió el informe de 81 páginas.
Inacción de autoridades
El informe resaltó la inacción de las autoridades de Pemex, así como de los gobiernos federal, estatal y municipal, para garantizar el respeto a los derechos humanos de la comunidad y familias afectadas, en esos seis años desde que ocurrió la tragedia.
“Hasta el día de hoy, no existe registro de que Pemex, los gobiernos federal, estatal o municipal se hayan acercado a la comunidad o a las familias para consultarlas o presentarles acciones para la remediación del suelo.
“Asimismo, no se ha llevado a cabo el proyecto para conmemorar el honor, la dignidad y la humanidad de aquellas personas afectadas, lo que evidencia un incumplimiento de la obligación de respeto y garantía de los derechos humanos por parte del Estado mexicano”, indicó el documento.
Los hechos
Así ocurrió la tragedia del 18 de enero de 2019, cuando el país vivía un periodo de desabasto de gasolina general.
Entre las 14:30 y 15:30 horas, 25 elementos de la Sedena, al realizar un recorrido de vigilancia en el poblado de San Primitivo, Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, detectaron una toma clandestina en el poliducto de Pemex, donde se encontraban entre ocho y 10 civiles.
A las 15:45 horas, aproximadamente 100 habitantes de la zona comenzaron a aglomerarse en el lugar para llevarse gasolina en cubetas para su uso posterior. Al hacerse viral en redes sociales la existencia de la fuga de combustible, alrededor de 800 personas llegaron para recolectar gasolina.
La presión del ducto provocó que la fuga aumentará, expulsando el combustible en una columna de más de 10 metros de altura. Momentos después llegó en apoyo de las autoridades un contingente de la entonces Gendarmería Nacional, junto con 60 elementos de la Sedena y de la Policía Militar.
Posteriormente, a las 18:20 horas, Pemex cerró las válvulas del ducto. Sin embargo, el líquido que permanecía en las tuberías continuó siendo expulsado.
Se desata el incendio
A las 18:52 horas se produjo una explosión del ducto e incendio de grandes dimensiones, lo que causó que varias personas resultaran con quemaduras, lo que llevó al despliegue de ambulancias y elementos de bomberos para atender a los heridos.
A las 20:34 llegaron las primeras 16 ambulancias de la Cruz Roja Mexicana y de la SS, comenzando el traslado de heridos a diversos hospitales, acorde a la gravedad de sus lesiones.
Media hora después, a las 21:07, arribaron cuatro ambulancias aéreas del Gobierno de la Ciudad de México. Paralelamente a las labores de rescate y auxilio a la población, elementos de Pemex, Sedena, Policía Federal, Protección Civil, bomberos y policías del estado de Hidalgo, así como de los municipios de Tlahuelilpan y aledaños, intentaban mitigar y controlar el incendio. Mientras personal de la FGR realizaba labores de investigación en la zona.
A las 23:37 horas llegaron elementos de la Semar para proporcionar seguridad perimetral en el lugar de la contingencia y apoyar en las tareas de rescate.
A las 23:45 horas se logró controlar el incendio.
El saldo inicial reportaba 20 fallecidos y 71 heridos; al día siguiente, la cifra aumentó de manera preliminar a 85 fallecidos, 58 personas heridas, 65 desaparecidas y 59 restos humanos por identificar.