Ciudad de México, 12 mar. (AMEXI).- “Mi vida era un poco tranquila en Aguililla —Michoacán— al inicio de poner, al fin, una estética. A los dos años llegaron unos hombres que disque a cobrarme por trabajar… en ese momento no sabía lo que eso significaba, pero lo peor de todo es que mis clientes no buscaron que les cortara más el cabello. Mi esposo los enfrentó en algunas ocasiones y con el paso de estar peleando con los criminales, lo asesinaron frente a mí”.
Rebeca tuvo que huir a Tijuana en busca de asilo en Estados Unidos ante las amenazas de ser también asesinada. Es una historia en el mar de los 400 mil mexicanos que han salido de sus comunidades desde 2009 a la fecha para buscar refugio en otros estados o en el vecino país del norte, todo ello en medio de la impunidad y el abandono de los gobiernos federal y estatales, así como de la instrumentación de la fallida guerra contra el narco de Felipe Calderón y los “abrazos y no balazos” de López Obrador.
De acuerdo con el estudio “Desplazamiento forzado de mujeres de Aguililla, Michoacán, a Tijuana, Baja California, por la violencia criminal”, realizado por Karen Muro y Óscar Rodríguez, donde se recaban testimonios de mujeres desplazadas por la violencia en la región de Tierra Caliente, Michoacán, el principal motivo de este éxodo masivo es: disputas por el territorio entre cárteles, el tráfico de drogas, robos y el cobro de piso, reclutamiento forzado y los homicidios de familiares.
Aumento de la violencia
Óscar Rodríguez Chávez, doctor en Estudios de Población por El Colegio de México, expuso que a partir de la década de los noventa, particularmente del año 2000 en adelante, hubo un crecimiento importante en la violencia, que trajo como consecuencia un alza en los desplazamientos internos forzados.
Argumentó que la guerra contra el narcotráfico y la división de los cárteles aumentó diferentes problemáticas sociales y delitos: homicidios, robos, extorsiones, secuestros, entre otros, que afectaron directamente a la población y provocaron un incremento de los desplazamientos forzados en determinadas regiones del país.
El maestro en Desarrollo Regional por El Colegio de la Frontera Norte expuso que en 2022 se registraron 9 mil 200 nuevos desplazamientos en México.
Estimó que en el país hasta hace dos años se tenía el registro de 386 mil personas internamente desplazadas por conflictos y violencia.
“Desde 2009 hasta 2022 había 386 mil 197 personas desplazadas en estos eventos masivos y tan sólo entre 2016 y 2022 hubo 111 mil desplazados internos, los cuales se ubicaron, particularmente, en los estados de Michoacán, Chiapas, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua y Oaxaca. Al ver las características de desplazamientos en años anteriores se había caracterizado que la violencia generalizada por grupos armados se presentaba, particularmente, en estados como Guerrero, Michoacán, Chihuahua y Sonora, es decir hacia el Pacífico y el norte del país. Mientras que la violencia política, conflictos sociales, era la que provocaba la mayor parte de los desplazamientos en Chiapas, Oaxaca y otros estados del sur”.
Negación de asilo en Estados Unidos
Emiliano Díaz Carnero, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, indicó que la tasa de negación de asilo de Estados Unidos a los mexicanos que huyen de la violencia llega al 80%, lo cual los obliga a permanecer o ser deportados a Ciudad Juárez y otras zonas, exponiéndose a vivir en los puentes internacionales, sin ningún tipo o apoyo del gobierno mexicano.
Agregó que, de acuerdo con la última encuesta realizada en Ciudad Juárez en 2022, el 52% eran niños y adolescentes que huyeron con sus familias y que están en grave situación de mayor vulnerabilidad.
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