Ciudad de México, 13 jul. (AMEXI).- Las tecnologías emergentes permiten difundir y preservar las prácticas socioculturales y lingüísticas de los pueblos originarios, objetivos ambos del Laboratorio de Cultura, Educación e Innovación Digital (CEID) de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
La académica Liliana García Montesinos, de esa casa de estudios, expuso que en la actualidad el laboratorio promueve el videojuego en maya Uk’ux ixim (Corazón de maíz), el libro en zapoteco con realidad aumentada Diidxa (Mis primeras palabras) y Mook, la experiencia del ritual de la siembra del maíz en realidad virtual.
Detalló que con esas tecnologías emergentes –realidad virtual, realidad aumentada, gamificación y ludificación tecnológica– la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enriquece esos procesos culturales y promueve que las comunidades se apropien de ellos.
Explicó que en el laboratorio participan investigadores, académicos, estudiantes, prestadores de servicio social o de prácticas profesionales de las licenciaturas y posgrados de Comunicación y Periodismo, Diseño Industrial, Ingeniería en Sistemas, Pedagogía, Antropología y Arquitectura.
Además, colaboran maestros normalistas e integrantes de comunidades indígenas de México y de otros países, como Guatemala.
En un comunicado explicó que todos los proyectos que han realizado primero se desarrollan en la lengua originaria y después en español, lo que ha sido muy enriquecedor para los participantes, agregó en entrevista.
“En la inmersión del ritual de la siembra del maíz, ellos narran en mixe, y tú observas, porque de eso se trata la inmersión, de tener la oportunidad de sembrar con ellos, de escuchar el ritual en su lengua, con palabras que poco a poco se han ido perdiendo, pues las generaciones más jóvenes migran, se van a Estados Unidos”, comentó.
El libro que habla
El Laboratorio se inició en 2019-2020 a partir de la elaboración del libro Diidxa que la experta universitaria realizó con realidad aumentada, en zapoteco y español, como parte de su trabajo posdoctoral.
Tras ver su impacto, en la FES Aragón le propusieron hacer más ejercicios con esas tecnologías, para visibilizar y potencializar las lenguas originarias.
Diidxa se presentó a la comunidad de San Baltazar Guelavila, Oaxaca, en la que se encuentra la escuela primaria bilingüe “Emiliano Zapata”.
“Cuando lo vieron los adultos y principalmente los niños le dieron el mote de ‘El libro que habla’”, subrayó la especialista.
La FES Aragón –editora de la obra– accedió a donar ejemplares en la comunidad.
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Apoyo de la UABJO
Por su parte, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca otorgó tabletas para que la escuela pudiera tener un aula digital.
“Eso nos permitió salir con los niños a realizar trabajo de campo, que llevaran los dispositivos para grabar y generaran su propio material”, refirió Liliana García.
“En un día se hicieron alrededor de mil 300 fotografías y más de 200 videos que muestran la diversidad del entorno biocultural.”
En la FES Aragón “trasladamos todo esto a realidad aumentada y lo pusimos en la misma aplicación de Diidxa”, expuso García Montesinos.
Resaltó que en la actualidad hay propuestas para que en el Laboratorio se aprovechen las tecnologías emergentes para elaborar libros con características similares en lenguas chatina y ñañú.
Reiteró que esos proyectos ayudan a reducir la brecha digital, pues en muchos lugares donde no hay conectividad, las comunidades se organizan y autogestionan la conexión al sistema satelital.