Por Luis Carlos Rodríguez
Qué tienen en común las tragedias derivadas del huracán Otis, con más de un centenar de muertos y desaparecidos, la explosión en un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, con 137 fallecidos y el derrumbe en la mina del Pinabete, con 10 mineros sepultados.
La negligencia de las autoridades de Protección Civil a nivel federal y estatal, el tener al frente de estas instancias dedicadas a la prevención de tragedias a políticos de dudosa procedencia, incluso vinculados a la corrupción y financiamiento ilegal a Morena, como David León, el amigo de Pio López Obrador.
Asimismo, a Laura Velázquez, licenciada en historia del arte y a quien el presidente López Obrador mantuvo en su cargo hasta el último día de este gobierno, a pesar de los monitoreos del Centro de Huracanes de Miami y los de la propia Conagua y que nunca se avisó a la población de Acapulco de la letalidad del huracán Otis en octubre de 2023, provocando un número indeterminado de fallecidos y desaparecidos.
Derrumbe de la mina del Pinabete
En la mina del Pinabete, a pesar de las denuncias de la tragedia en ciernes, pudo más la corrupción de las empresas dedicadas a la extracción de carbón de manera artesanal para surtir a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Manuel Bartlett, que la vida de los mineros. Eso sí, la funcionaria todos los días enfundada en casco y chaleco, daba un reporte en vivo en la mañanera para justificar su ineptitud.
Administrar las tragedias, definen los expertos en protección civil a la manera en que durante el Gobierno de la 4T se atendieron, se usaron políticamente estos fenómenos naturales, se dejó correr el riesgo de accidentes o explosiones, para después aparecer como los salvadores de la población o instrumentar políticas a modo.
El huracán Otis en Acapulco
En Acapulco pasaron días, semanas, para que llegara la ayuda. No se avisó de la potencia ni la letalidad del huracán categoría 5, muchos capitanes y ayudantes de embarcaciones se quedaron en sus barcos, confiados en que no pasaría a mayores.
Después, apareció el Ejército repartiendo despensas, centralizando la ayuda, otorgándola a nombre del presidente López Obrador, lo mismo garrafones de agua que colchones o refrigeradores chinos. El resultado ya lo conocemos:
Morena y sus candidatos, incluidos a la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, arrasaron el 2 de julio. Volvieron a ganar los gobernantes responsables de la tragedia, como los Félix Salgado. Administrar la tragedia, dicen los expertos.
Explosión de ducto de Pemex
En Tlahuelilpan, en enero de 2019, la fuga y el riesgo de explosión fue conocida cuatro horas antes por la Sedena. Los militares llegaron tarde. Este caso fue usado por el presidente para emprender la fallida guerra contra el huachicol, una forma de desviar la atención por la escasez de gasolina en el país. Así la protección civil en México. Tal cual.