Por Luis Carlos Rodríguez
Después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) entregó esta semana a Claudia Sheinbaum su constancia como presidenta electa, la primera mujer en los 200 años del México independiente que gobernará un país en medio de la peor crisis de inseguridad, queda la expectativa de que Estados Unidos siga la misma ruta de elegir a Kamala Harris, también como su primera mandataria.
No es un tema menor y puede ser histórico que los países que comparten la frontera más transitada del mundo sean gobernados por mujeres. Tan sólo la garita Tijuana-San Ysidro registra el cruce anual de 25 millones de vehículos, sumado al resto de las aduanas y al tráfico irregular que es controlado por “coyotes” y cárteles de la droga.
Si bien, Claudia Sheinbaum no ha revelado mucho de cuál será su política migratoria, ni cuál será el destino del Instituto Nacional de Migración (INM) y su política de persecución y encierro de migrantes, en los debates presidenciales al ser cuestionada de casos como el incendio en la estación de Ciudad Juárez y los 40 migrantes que fallecieron, perfiló revisar su operación.
La próxima presidenta de México, si bien no se ha abierto de capa en favor de Kamala Harris, sí tuvo críticas contra el candidato republicano, Donald Trump, cuando se filtraron supuestas críticas y burlas al excanciller mexicano Marcelo Ebrard, próximo secretario de Economía.
Contrario al presidente López Obrador, quien se ha decantado desde hace casi seis años a favor de Donald Trump, aun con los insultos a los mexicanos, a los migrantes y más recientemente a Ebrard.
Al parecer, la contienda entre Kamala y Trump puede ser el primer desencuentro entre Sheinbaum y su mentor tabasqueño.
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La campaña de Kamala
Kamala Harris, quien entró como virtual candidata emergente por los demócratas en lugar de Joe Biden, ha repuntado en las encuestas y en algunos estados ya rebasó al republicano y empresario.
La demócrata ha conectado con los jóvenes, con las mujeres y conoce a fondo la problemática de la migración en la región y también, a pesar del malestar en Palacio Nacional, tiene las medallas en su país por la detención de uno de los capos mexicanos más emblemáticos que surten de fentanilo a esa nación, Ismael “El Mayo” Zambada.
La también vicepresidenta de Estados Unidos afroamericana ha sido la encargada de atender el tema migratorio con México y Centroamérica, donde ha impulsado la inversión privada en El Salvador, Honduras y Guatemala, los países del llamado Triángulo Norte.
Ello para buscar generar empleo en la región y, con ello, atenuar los grandes flujos de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. En parte logró su objetivo, pero las crisis políticas, humanitarias y económicas en otras naciones como Venezuela y Cuba, desbordaron nuevamente el éxodo.
El reto, en caso de ganar Kamala Harris, puede ser compartido con Sheinbaum, sin gritos ni sombrerazos o amenazas de cerrar la frontera, como en la época de Donald Trump, cuando amedrentó a López Obrador y lo obligó a radicalizar la vigilancia y la militarización de la ruta migratoria. Habrá que esperar hasta el próximo 5 de noviembre, cuando se realicen las elecciones en Estados Unidos. Tal Cual.
