¿Los repartidores de Rappi tendrán mejores condiciones de trabajo?
Durante años, miles de repartidores de la empresa Rappi han circulado por las ciudades mexicanas sin seguridad social, contrato laboral ni garantías mínimas, mientras las plataformas que intermedian sus servicios crecían exponencialmente. Ahora, México inicia un programa piloto con Rappi para incorporar a estos trabajadores al IMSS, aunque el mecanismo aún es temporal, limitado y sujeto a revisión.
La empresa Rappi inicia periodo de prueba piloto con el IMSS y reconoce la entrada en vigor de la reforma laboral para personas trabajadoras de plataformas digitales en México como un paso histórico en la construcción de un modelo laboral más inclusivo y sostenible.
La empresa de tecnología de entregas a domicilio, multinacional colombiana que actúa como plataforma de intermediación entre varios tipos de usuarios, fundada en Colombia en 2015 por Simón Borrero, Sebastián Mejía y Felipe Villamarín, hoy está presente en nueve países de América Latina y en más de 250 ciudades.
Explicó que, como política corporativa global, Rappi participa activamente en los procesos de diálogo con las autoridades en todos los países donde opera, con el único objetivo de lograr las mejores condiciones para quienes colaboran a través de la plataforma.
Marca México precedente global
“México está marcando un precedente global al proponer soluciones innovadoras que reconocen la naturaleza flexible del trabajo en plataformas digitales y lo integran a esquemas de protección social”, señaló Isabella Mariño Rivera, directora de Asuntos Públicos de Rappi México.
Dijo que, con ello, Rappi asume “con responsabilidad el reto de evolucionar hacia un ecosistema más justo para todos”. La empresa participó activamente en las mesas de trabajo convocadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las conversaciones derivaron en el marco normativo que entró en vigor el 22 de junio y que da inicio al programa piloto que comenzó este 1 de julio de 2025. La compañía sostiene que este piloto de 180 días es un paso fundamental para ajustar y fortalecer la implementación de la reforma, siempre bajo los principios de transparencia, responsabilidad y apertura al diálogo.
Seguridad social y otras garantías a los repartidores de Rappi
Rappi señaló que trabajó arduamente en los últimos meses en las adaptaciones internas necesarias para cumplir con la reforma a la Ley Federal del Trabajo que otorga seguridad social y otras garantías a los repartidores.
Dijo que la empresa seguirá demostrando su compromiso con el cumplimiento de este marco regulatorio en los meses por venir. Agregó que colaboran con las autoridades en el seguimiento al programa piloto para que resulte en un ejercicio exitoso.
“Nuestra posición es firme: el camino es el diálogo institucional. Seguiremos colaborando con las autoridades con responsabilidad y transparencia con el objetivo de proteger los intereses de los repartidores, los usuarios y nuestros aliados comerciales”.
La prioridad “es y seguirá siendo el bienestar de los repartidores. Cada decisión que tomamos está guiada por ese compromiso”, concluyó Mariño.
México abre una nueva etapa en el desarrollo del trabajo digital en América Latina, reafirmando que es posible construir soluciones laborales modernas, viables y centradas en las personas, puntualizó.
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Estrategia de imagen o cambio de fondo
No obstante, el marco legal aún es transitorio. El esquema de prueba no representa un cambio estructural inmediato, y dependerá de su evaluación para determinar su permanencia y obligatoriedad general.
Organizaciones laborales han señalado en diversas ocasiones que este tipo de esquemas suelen trasladar parte de los costos al propio trabajador, sin garantizar contratos estables ni ingresos dignos.
La empresa reafirmó que “el bienestar de los repartidores seguirá siendo la prioridad”. Pero activistas defensores de derechos sindicales advierten que, sin vigilancia ni presión social, el piloto podría usarse más como estrategia de imagen que como cambio de fondo.
México se convierte así en el primer país latinoamericano en poner a prueba un modelo regulatorio de este tipo. El resultado podría influir en futuras legislaciones regionales. El desafío será que las plataformas no sólo simulen el cumplimiento, sino garanticen condiciones laborales plenas y equitativas.