Por Rodrigo Vera
Con la muerte del Papa Francisco, ocurrida el lunes 21 de abril, crecen las expectativas sobre la postura de su sucesor respecto a los espinosos temas en materia sexual que Francisco impulsó abiertamente en su pontificado, como son:
Una mayor aceptación de la Iglesia a las parejas del mismo sexo, a la comunidad lésbico-gay en general y, muy especialmente, la supresión del celibato sacerdotal para que los hombres casados puedan por fin ejercer el sacerdocio.
Aunque no pudo consolidar ninguno de estos cambios en la reglamentación interna de la Iglesia, Jorge Bergoglio –durante sus 12 años de pontificado— logró por lo menos someterlos a discusión, quitarles la etiqueta de ser “temas tabú” para el Vaticano, trayendo así un viento fresco a la Iglesia.
Para algunos analistas, esto representó un rotundo fracaso frente a ala conservadora. Para otros, en cambio, significó un importante paso encaminado a una mayor apertura eclesiástica.
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¿Qué incógnitas surgen?
De ahí que, ante su muerte, ahora surjan varias incógnitas:
- ¿continuará su sucesor en la misma línea de Francisco?
- ¿dará otros pasos encaminados a instaurar el celibato opcional entre los sacerdotes?
- ¿a darle un mayor reconocimiento a la comunidad LGBT?
- ¿o más bien adoptará una postura de abierto rechazo y condena? No lo sabemos.
¿Qué se espera?
Por lo pronto, debemos esperar a la realización del próximo cónclave, a través del cual resultará electo el nuevo Papa.
De los actuales 252 miembros del Colegio Cardenalicio, solamente 138 cardenales podrán votar y ser votados para suceder a Bergoglio, pues tienen menos de 80 años de edad, por lo que son considerados papables por el Derecho Canónico.
Entre estos 138 cardenales elegibles hay quienes pertenecen a la llamada “ala progresista” de la Iglesia y bien pueden seguir la línea pastoral de Francisco.
Pero también hay “conservadores” que incluso se opusieron públicamente a las políticas de Bergoglio. Aparte están los de postura moderada.
¿Próximo pontífice retomará proyecto del Papa Francisco?
Así, es imposible saber a estas alturas si el próximo pontífice retomará el proyecto de suprimir el celibato obligatorio, una de las iniciativas más polémicas y trascendentes del pontificado de Bergoglio, tomado en cuenta que el celibato es una disciplina impuesta por la Iglesia desde hace nueve siglos, en el Concilio de Letrán de 1123.
Esta supresión se puso a la mesa en octubre de 2019, en el Sínodo de Obispos sobre el Amazonas. El objetivo era permitir que hombres casados ejercieran el ministerio en esa zona sudamericana, debido a su grave crisis de vocaciones.
El Sínodo despertó grandes expectativas en varias organizaciones de sacerdotes católicos casados de todo el mundo, pues consideraron que suprimir el celibato obligatorio en la amazonia sería la “punta de lanza” para luego quitarlo en muchas otras regiones, donde la exigencia de ser célibes también aleja a los jóvenes de la carrera sacerdotal.
La Confederación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados, la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Católicos Casados y, en México, la organización Ministrare, aplaudieron esta iniciativa de Bergoglio que abría las puertas para suprimir gradualmente el celibato “obligatorio” y dejarlo en calidad de “opcional”; solo quien quisiera ser célibe lo fuera.
En México, Lauro Macías, coordinador nacional de Ministrare, veía entonces con “mucha esperanza” el Sínodo sobre el Amazonas, argumentando que “los seminarios se están despoblando y la edad promedio de los sacerdotes es de 60 años”.
Indicaba que actualmente los jóvenes “no entienden la razón del celibato. Hoy la sexualidad ha dejado de ser algo vergonzoso”.
Sin embargo, no llegaron a nada los 181 obispos de todo el mundo que participaron en ese Sínodo. Los sectores conservadores –como la organización Tradición, Familia y Propiedad, surgida en Brasil— se opusieron tajantemente al celibato opcional en esas zonas indígenas del Amazonas, al considerarlo una “herejía”.
El mismo presidente delegado del Sínodo, el cardenal peruano Petro Barreto, dijo entonces cortante a los periodistas:
“El celibato nunca ha estado a discusión, solo se trata de satisfacer las necesidades de esas comunidades”… Y todo quedó igual.
¿Desde cuándo Bergoglio se inclinaba por el celibato opcional?
Se ha comentado que Bergoglio, desde mucho antes de ser Papa, ya se inclinaba por el celibato opcional. Cuando era obispo de Buenos Aires fue muy cercano a Jerónimo Podestá, un obispo argentino que escandalizó al país por haberse casado con su secretaria, Clelia Lurio.
Cuando Podestá se encontraba en su lecho de muerte, a mediados del año 2000, el único miembro de la jerarquía argentina que fue a visitarlo fue precisamente Bergoglio, quien después mantuvo amistad con la viuda Clelia, incluso ya siendo Papa. Jamás se avergonzó de su amistad con un obispo casado.
¿A qué fue cercano Francisco?
Aunque solo fue a nivel declarativo, durante su pontificado Francisco también se mostró cercano a la comunidad LGBT. En 2013, durante un vuelo de Brasil a Roma, aseguró:
“Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”.
Después, en 2020, afirmó que “los homosexuales tienen derecho a formar una familia”. La declaración levantó polémica. Y el Vaticano salió a aclarar que el Papa se refería solo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, pues dentro de la Iglesia no se permiten estos enlaces.
Después, en 2023, el Papa aseguró que “ser homosexual no es un delito, es una condición humana”.
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¿Quién podría suceder a el Papa Francisco?
Algunos de los llamados “vaticanistas” –aunque cabe advertir que suelen equivocarse en sus predicciones— ya mencionan a nueve cardenales como los más probables sucesores de Francisco. Y estos papables perteneces a las distintas corrientes dentro de la Iglesia. Ellos son:
- Luis Antonio Tagle, un cardenal filipino y progresista de 67 años
- Matteo Zuppi, italiano de 69 años y también considerado progresista
- Pietro Parolin, italiano y actual secretario de Estado de la Santa Sede
- Willen Eijk, oriundo de los Países Bajos y opuesto a los cambios sobre moral sexual impulsados por Francisco
- Raymond Leo Burke, cardenal estadunidense de 76 años y representante del ala ultraconservadora
Están también:
- Peter Erdó, un húngaro de 72 años, defensor de posturas tradicionales en materia de matrimonio y bioética
- Peter Turkson, nació en Gahana, es el único prospecto africano, se le considera moderado, aunque con una gran sensibilidad social
- Gerhard Ludwig Müller, alemán de 76 años y perteneciente al ala conservadora, fue muy crítico del Papa Francisco
- Malcom Ranjith, de Sri Lanka, también se le considera un conservador y defensor a ultranza de la doctrina moral y de la liturgia tradicional.
¿Alguno de ellos será el elegido en el próximo cónclave? ¿seguirá o no seguirá las directrices de Francisco en el terreno de la moral sexual?… Todo está por verse.
