Gran sorpresa generó el nombramiento del todavía presidente nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Mario Delgado, en la Secretaría de Educación Pública (SEP), y no por los cambios positivos que puedan venir, sino porque desde su nombramiento ya cuenta con el rechazo no sólo del magisterio disidente sino de muchos sectores.
Si bien, el designado titular de la SEP por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, fue secretario de Educación del entonces Distrito Federal, en el periodo de agosto de 2010 a marzo de 2012, destaca que en ese último año tuvo una participación activa en la aprobación en la llamada reforma educativa de Enrique Peña Nieto, lo que hoy le siguen reclamando las bases democráticas, debido a los efectos en sus condiciones laborales.
A pesar de su paso por la Secretaría de Educación en el gobierno capitalino durante menos de dos años, hay cuestionamientos sobre sus credenciales para dirigir una de las dependencias estratégicas, sobre todo porque una persona que tuvo el privilegio de estudiar en una de las principales universidades privadas del país como Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) va a dirigir la educación pública.
¿Por qué lo designaron en esa Secretaría?
Su nombramiento causó diferentes suposiciones. Primero, que llegará a la SEP para tratar de “controlar” a las dos fuerzas laborales más grandes del país: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), una de las organizaciones más asociadas al charrismo sindical, y la disidencia magisterial con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Otra suposición que suena más lógica, es que su nombramiento fue para dejar operar al SNTE, cuyo secretario general, Alfonso Cepeda Salas, fue designado senador por el partido Morena, y así, de forma recíproca tener injerencia en el Senado.
Sobre el tema educativo, la designación de Mario Delgado en la SEP resulta sensible después del paro nacional de la CNTE que duró 28 días, que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que atender de forma directa y dar respuesta, por lo que la designación del titular de esta Secretaría era de las que más cuidado debió tener, además de ser de las más estratégicas.
El primer encuentro entre Delgado y Cepeda
Este fin de semana, el próximo secretario de Educación Pública tuvo su primera reunión con el titular del SNTE en el que comprometió a revisar la permanencia de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) y se buscarán pensiones dignas para los trabajadores de la educación que se jubilen, que son las principales demandas de la CNTE.
«Todo lo haremos de la mano de ustedes, seremos grandes aliados”, le aseguró al secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
Cepeda Salas le auguró al futuro secretario un éxito extraordinario en el nuevo cargo, ya que “contarán con todo el apoyo de los integrantes de la dirigencia nacional del Sindicato, para que juntos hagamos grandes cosas por la educación pública de México, en el marco del Segundo Piso de la Cuarta Transformación”.
Lo que el gremio y los mexicanos anticipan
Más allá del motivo real de su nombramiento como titular de la SEP para el sexenio de Claudia Sheinbaum, el sentimiento entre profesores, académicos y hasta entre la población en general es que lejos se ve una mejora en la educación.
Por el contrario, aumentará el rezago educativo en el país al tener a una persona que a todas luces se colocó en esa posición por intereses y compromisos políticos, que por un interés real de mejorar la educación en México, uno de los grandes pendientes que tiene el país.
Todavía falta la designación de otra parte del gabinete de la presidenta electa, y uno que también debería ser estratégico para las y los mexicanos es el de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Ojalá no se siga la misma lógica. Ya lo veremos…