Signos y sentidos
Por Renán Martínez Casas
C ada año, el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la comunidad internacional se detiene para reflexionar sobre este pilar fundamental de cualquier sociedad que aspire a la democracia: la existencia inalienable de una libertad de prensa robusta, plural y exenta de cortapisas. Por ese motivo, los organismos internacionales Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Artículo 19 publicaron informes sobre el estado actual de la prensa en el mundo. Sus voces de prestigio y credibilidad mundial se alzaron a través de sus reveladores informes, ofreciendo una radiografía detallada, a menudo sombría y profundamente preocupante.
¿Estamos realmente asimilando la magnitud de los desafíos que enfrentan los profesionales que buscan, investigan, analizan y difunden la verdad en un mundo cada vez más complejo, polarizado y, en no pocos casos, abiertamente hostil hacia el ejercicio de un periodismo crítico y comprometido con la rendición de cuentas?
Por primera vez en la dilatada historia de la influyente Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF 2025, la situación global de la libertad de prensa cruzó un umbral crítico y alarmante, siendo catalogada, sin ambages, como “difícil”.
Si bien las brutales agresiones físicas contra periodistas continúan siendo una realidad innegable que clama justicia, el informe arroja luz sobre una amenaza igualmente devastadora y omnipresente: el progresivo y generalizado debilitamiento económico que atenaza a los medios de comunicación en prácticamente todos los rincones del mundo.
El impacto económico sobre la prensa
El indicador económico de RSF ha descendido a un nivel históricamente bajo, marcando un punto de inflexión preocupante. Los medios de comunicación luchan por alcanzar una estabilidad financiera que les permita ejercer su trabajo con independencia, rigor y calidad.
En casi un tercio de las 180 naciones examinadas, el cierre de medios se ha convertido en una tendencia constante. Este fenómeno es un síntoma inequívoco de una enfermedad económica persistente que corroe los cimientos de la prensa libre y plural. Deténgase un instante a reflexionar sobre esto, estimado lector: ¿cómo puede una prensa libre e independiente cumplir con su rol esencial de informar verazmente y fiscalizar el poder si su propia existencia se ve amenazada por la precariedad económica?
Países que históricamente se consideraban baluartes de la libertad de prensa no escapan a esta preocupante tendencia global. Estados Unidos (57º), por ejemplo, ha experimentado un retroceso significativo en su indicador económico, perdiendo más de 14 puntos porcentuales en tan solo dos años. Esta caída ha propiciado la aparición de “zonas de silencio informativo”, privando a comunidades enteras de noticias locales confiables. Argentina (87º) y Túnez (129º) son otros ejemplos donde las dificultades económicas debilitan peligrosamente el pluralismo informativo.
La situación en Palestina (163º) es particularmente trágica, con la pérdida irreparable de cerca de 200 periodistas en la Franja de Gaza, en un contexto de bloqueo informativo y destrucción de infraestructuras mediáticas. Incluso naciones como España (23º), Sudáfrica (27º) y Nueva Zelanda (16º), bien posicionadas en el ranking, no son inmunes a estas presiones económicas.
Anne Bocandé, directora editorial de RSF, lo sentencia con claridad: “Sin independencia financiera, no hay prensa libre”.
La creciente vulnerabilidad económica empuja a los medios hacia una carrera desesperada por la audiencia y la supervivencia. Esta dinámica sacrifica, en muchos casos, la calidad, profundidad y rigor de la información, exponiéndolos a la instrumentalización por oligarcas, actores políticos o anunciantes. Un periodista empobrecido es más vulnerable a presiones, desinformación y propaganda.
Violencia e impunidad en México
El informe anual de Artículo 19 sobre México, titulado “Barreras Informativas: Desafíos para la Libertad de Expresión y el Acceso a la Información”, nos adentra en una realidad sombría, marcada por violencia e impunidad que cercenan de raíz la libertad de prensa.
Durante 2024, Artículo 19 documentó 639 agresiones contra periodistas, un aumento del 13.9% respecto al año anterior. Esta cifra implica una agresión cada 14 horas, incluyendo el trágico asesinato de cinco periodistas.
¿Puede una sociedad aspirar a la democracia cuando quienes informan sobre ella pagan un precio tan alto por ejercer su derecho?
El informe también destaca el uso creciente del acoso judicial como herramienta de censura, con 21 casos documentados en 2024. Las agresiones en línea representan una proporción significativa de los ataques. Además, el propio Estado mexicano es señalado como principal agresor, responsable de 44.91% de las agresiones registradas.
La impunidad en los casos de violencia contra la prensa alcanza un impresionante 84.77%, enviando un mensaje desolador a quienes buscan la verdad.
¿Comienzan a percibir el hilo conductor que conecta estos análisis? La asfixia económica que denuncia RSF y la violencia e impunidad que describe Artículo 19 no son incidentes aislados. Son síntomas alarmantes del deterioro de la prensa libre y, por tanto, del deterioro de la democracia en el mundo.
Los regímenes autoritarios, pero también democracias frágiles, exhiben una creciente intolerancia hacia las libertades en general, y hacia la libertad de prensa en particular. ¿No resulta paradójico que en pleno siglo XXI sigamos luchando por defender derechos que creíamos consolidados?
La gravedad del panorama exige una respuesta decidida y coordinada. La prensa libre, junto con actores políticos democráticos y sociedad civil, deben idear estrategias de resistencia innovadoras.
Es crucial fortalecer la sostenibilidad económica de los medios independientes, promover la alfabetización mediática y establecer mecanismos de protección robustos para periodistas en riesgo. También se requiere luchar contra la impunidad, apoyar medios mediante modelos de negocio diversificados y fortalecer la solidaridad internacional.
¿Seremos testigos pasivos de este preocupante declive, o nos uniremos a la lucha por una prensa libre, plural e independiente? El futuro de la información libre y el de la democracia está en nuestras manos.
@renanaquiles
Lee: Contrarreforma en telecomunicaciones, el retroceso autoritario
