La Retaguardia
Por Adriana Moreno Cordero
M
ucho se dice que en política no hay casualidades, pero ésta puede que sí lo sea o quién sabe a qué se pueda atribuir. El caso es que, justo cuando en Sinaloa el baño de sangre, los asesinatos y en general la violencia se recrudecen, -porque ese estado no ha dejado de ser víctima del enfrentamiento entre “los Mayos” y “los Chapitos”-, Ovidio Guzmán, conocido también como “El Ratón”, consiguió un acuerdo ni más ni menos que con los fiscales de Estados Unidos para reducir su condena. De tal suerte que el ya próximo 9 de julio se declarará culpable de los delitos de narcotráfico.
La suerte de Joaquín Guzmán Jr., hijo del líder del cártel de Sinaloa, podría ser la misma por la que transita su hermano Ovidio Guzmán. No debe olvidarse que el gobierno de Estados Unidos le debe un favor. Guzmán les entregó prácticamente “en charola de plata” a su padrino Ismael “El Mayo” Zambada, de una manera por demás tan irregular como ilegal. Así que ahora correspondería al gobierno del vecino país del norte pagar ese gran favor, ¿o no?
No está de más señalar que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, respiraba tranquilo luego de recibir el respaldo de Palacio Nacional y Morena. Se placeaba por la Ciudad de México y hasta se dio el lujo de venir a la clase de box que hace unos meses impartió en el Zócalo capitalino el boxeador Julio César Chávez. Pero ahora, con los nuevos acuerdos entre el gobierno estadunidense y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, volverá la inquietud y puede que hasta un fundado temor al alma del gobernador. No hay que soslayar que Rocha Moya estuvo involucrado en el asesinato de un viejo enemigo suyo, Héctor Melesio Cuén. Y se supone que “El Mayo” Zambada iba a mediar entre esos dos personajes para pactar una tregua.
Por su parte, “El Mayo” estaría también negociando en Estados Unidos para no ser condenado a la pena de muerte
Hace tres meses, Frank Pérez, representante legal de Zambada en el vecino país del norte, dijo que su cliente estaba dispuesto a declararse culpable de delitos cuyo castigo no implica la pena máxima en Estados Unidos.
Específicamente, declaró que “Zambada no quiere ir a juicio y está dispuesto a aceptar la responsabilidad por un cargo que no conlleve la pena de muerte”.
Y mientras, ayer, la jornada sangrienta en Sinaloa dejó un saldo de ocho muertos. En Universidades del estado se analiza la posibilidad de que haya clases a distancia porque está más que visto que no hay quien pueda frenar esta ola de violencia. Incluso, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, había hecho el compromiso de establecerse en Sinaloa hasta que esta guerra terminara, pero ni se quedó y ahora tendrá que regresar a cumplir.
No obstante, hay un logro importante. En Culiacán fue detenido ayer también Jesús Guzmán “El Chuy”. A pesar del apellido Guzmán, resultó ser socio y operador del Mayo Zambada y de los Mayitos. Creó su propia red de narcotráfico
El Chuy o “El “Narizón” cuenta con orden de extradición a Estados Unidos. Está acusado de conspiración y distribución de cocaína al vecino país del norte.
MUNICIONES
*** El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, se encuentra muy metido en temas importantes para el Legislativo, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Explicó a los medios que existe un dictamen ya aprobado sobre este tema en el que, definitivamente, no se ha podido llegar a un acuerdo. Sin embargo, conforme se lleve a cabo el diálogo al que convocó la secretaría del Trabajo, ese dictamen podría ser objeto de modificaciones. “Lo que se pretende hacer es lograr una reforma lo más consensuada posible”. A ver si esta vez sí lo consiguen, porque entre los más afectados por esta medida estarían las pequeñas y medianas empresas.