La determinación de viajar se dio acompañada de su abandono a la burocracia.
Benjamín Anaya González llevaba ya décadas trabajando la difusión cultural, “incluso en organismos oficiales como la Secretaría de la Cultura CDMX, pero en noviembre de 2024 dejé mi entrañable Colegio de San Ildefonso y me separé para realizar ocho presentaciones en Colombia”.
Aquella decisión confluyó con su anhelo de jubilarse tras 38 años dando clases en el Instituto Nacional de Bellas Artes. El miércoles 11 de junio cruzó nuevamente el charco y, feliz, lo vimos ascender al avión Iberia para dos meses de gira poética musical 2025 por España, Francia y Alemania. Dice:
“Es momento de materializar la reinvención que me propuse hace siete meses y medio. Mucha gente me conoce en el medio cultural como profesor –que siempre me gustó ser, pero… Ya me jubilé y no tengo que ir a las siete de la mañana como lo hice treintaytantos años, si bien sigo dando clases de guitarra. Es una reinvención de mis propios sueños artísticos que materializo”.
No es fácil, reconoce Anaya, quien es defensor de los migrantes mexicanos en Chicago, EU, “porque para hacer el proceso de jubilación fue un verdadero laberinto volver a encontrarme a mis 62 años de edad con los procedimientos burocráticos que no han cambiado nada en México, por más que los quisimos mejorar con nuestro ejemplo como funcionarios, la neta…
“Plantear una izquierda de cambio efectivo, rápido y eficiente, con cero corrupción, hoy sigue topándose con procesos lentísimos de burocracia. Te tienes que joder, fue un proceso frustrante.”
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Convivencia de dos meses en 15 ciudades
Es su cuarta gira europea, con 15 presentaciones o momentos de grabación por Madrid, París, Aix-en-Provence, Alguer (isla de Cerdeña), Génova, Nápoles, Milán, Rímini, Hamburgo, Berlín, Toulouse, Valencia, Cataluña y Alicante.
“Estaré en una radio comunitaria madrileña el sábado 14. Y como la gastronomía es otra de mis pasiones, a Barcelona iré con amistades quienes se dedican a preservar orgánicamente la pesca mediterránea en una comunidad de la Barceloneta, con Mariana Monsonís, escritora de unos libros maravillosos de arte gráfico en paredes quien inició haciendo recetas tradicionales de cocina catalana en grafiti”, desmenuza el poeta-músico:
“Odiaría si mi vida tuviera que ser subir a un avión de madrugada, llegar a un lugar donde no vas a ver a nadie porque hay guaruras de seguridad que lo impiden y comer pizzas glotonas. Ese modelo de rock star no me importa. El concepto es al revés. Las comunidades que quieran verte tocar han de convivir contigo, a lo mejor comer junto a ti y beber un vino. Esa es una manera muy distinta de permear la poesía, de propiciar que haya canciones surgidas de esos entornos y convivencias.”
(Recordó entonces que nuestra amistad había profundizado siendo ambos jurados en el Festi-rock’98 del foro Rockotitlán-Garibaldi. Benjamín Anaya González elogiaría mi maqueta de rola “Amor fandango”, dedicada a la bailarina de Utopía-Danza Karla Calva, hermana del actor Alejandro Calva, bella artista quien falleció muy joven antes del nuevo siglo XXI.)
Poesía en la Ciudad Luz
Rocío Durán-Barba [Quito, 1956], editora de la antología Resistir -que incluye el poema «Mester de Migrantía» del propio Benjamín Anaya- y promotora del Festival Resistir de Poesía Latinoamericana, convocó a Anaya para arrancar en la Maison de l’Amerique Latine, fundada en 1946 por el general Charles de Gaulle; además, ofrecerá recitales en el Instituto Cultural de México y la Columbia University Campus París, entre otros.
Del lunes 23 al miércoles 25 de junio estará en Aix-en-Provence, “donde vive mi colega músico de rock y jazz Alejandro Alcocer Flores, baterista de mi conjunto los Restos Humanos; vamos a grabar nuestras canciones de poética y resistencia en tres días. Él también es vihuelista de un mariachi connotado de mexicanos en Francia que toca en las recepciones del Festival de Cannes”.
Amante de los deportes, el sábado 28 espera a Benya Anaya en Cerdeña.
“Pasaré a comprarme a Génova la camiseta de Johan Felipe Vásquez Ibarra, excelente futbolista sonorense y defensa del Genoa C.F.C, para reunirme a tocar con un grupo al que conocí en el festival Sant Vicenç dels Horts de Cataluña hace 22 años. Claudia Cabruzza, que es su cantante, vino como solista el año antepasado a México y esta vez ellos me van a hospedar en la comunidad de Alguer. Vamos a cocinar una fiesta mexicana italiana.”
Iván Rosas y Carlos Rubio
La bella Nápoles se dio por los buenos esfuerzos del documentalista y autor Darío Azzellini (Wiesbaden, Berlín, Alemania, 1967), licenciado en Ciencias Políticas, investigador social, escritor, cineasta y traductor.
“Después voy a volar a Milán, estaré con mis cuates Mariana y Bartolomeo, con Massimo Roccaforte, que es editor, distribuidor y además productor de mis conciertos de Milano y de Rímini. Él distribuye los libros de toda la izquierda italiana; pero también voy a ver al gran compositor Iván Rosas, un compa mío de toda la vida, vamos a grabar juntos el 3 de julio.”
La mitad de la gira lo verá en casa de Darío Azzellini en Berlín (“voy a tomar cerveza durante cuatro días de reposo, echándole agua a las plantas de mi cuate y el 11 de julio llego a Hamburgo para ver en el equipo F. C. St. Pauli al grupo antifascista de futbol que tiene cercanía muy hermosa con Panteón Rococó, porque este año son los 30 años de Panteón y participamos en un documental… Ahí voy a tocar con el Christian Brun Trío, que se formó en 2013 a raíz de mi gira Libertaria Zapatista, cuando llevé mi libro Rebel Soundtrack: Zapatista Music, donde ensayamos la primera vez en el Rote Flora, bunker de la II Guerra Mundial y símbolo de la resistencia punk”).
La gira va cerrando el jueves 17 de julio en Toulouse, tierra natal de Carlos Gardel a 90 años de su trágica muerte, por las buenas instancias de un traductor de Roque Dalton, el radio host Pierre Jean Jules:
“Vamos a hacer una fiestota mexicana allá, ¡ahí voy a ser también botanero en el bar, además de tocar muchas de mis canciones! Todo acaba en Valencia, con una lectura junto a una poeta de mi editorial, Lola Martínez Auñión y al día siguiente, con nuestro amigo y muy buen periodista Carlos Rubio Rosell, en Alicante, en el mercadillo popular de Xalón, que es como un Tianguis del Chopo. Una lectura-performance él y yo el 20 de julio.”
Mens sana in corpore sano
–¿Cómo está tu corazón?
–Está orita feliz, sobre todo por cuatro hechos extra artísticos: El Barcelona ganó tres títulos y voy a ir a Cataluña. El Paris St. Germain ganó cuatro y aunque no es mi equipo favorito de futbol soccer, iré a su estadio; también al del Nápoli, para tomarme la foto con el mural de Diego Armando Maradona. Y en Milán me pondré una camiseta de Isaac del Toro, el pedalista mexicano que hizo historia en el Giro de Italia. Vamos a ser muy queridos en esta gira porque tiene significancia también por el deporte.
“Es algo que en nuestro país no se valora, parece que la comunidad cultural está peleada con los deportes y eso es una estupidez del máximo nivel.
Deportistas ejemplares
Yo soy muy de reivindicar los logros de personas que están haciendo una labor deportiva ejemplar, como la hermosa Katia Itzel García Mendoza [México, 1 de septiembre de 1992], ella es una enorme árbitra de futbol internacional desde 2019. Estudió Ciencias Políticas en la UNAM y es hermana de nuestra guapa amiga y brillante compositora Vania García. Yo admiro a ciclistas como Isaac del Toro Romero, de Ensenada y, mira, Robbie…
“Por todas estas buenas ondas –concluye sonriente– sí que me voy muy contento a cocinar rico. Y como nunca he sido de ‘tocar por hueso’, aunque sí hago arreglos de canciones de otros, sonaré mi música y grabaré; siento que es un momento que necesitaba también para tener una alegría interior. Terminé procesos cuando pensaba que tendría futuro para iniciativas culturales en el gobierno, pero vi que ni me pelan… En el campo concretamente de la gestión pública, diseñé proyectos que yo creí eran importantes para dignificar la labor de los migrantes y los entregué en mano, ¡y ni siquiera me contestaron! Entonces yo dije: Okey, yo ya no sirvo como funcionario, según ellos, entonces… ¡Yo mejor me aviento mi rocanrol!”
